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Este es el peculiar origen de la expresión “hacer la pelota” y que tiene a un rey del siglo XIX como protagonista

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Hay distintas teorías sobre el origen de esta expresión. Unsplash
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MadridHacer la pelota y hacerlo bien es todo un arte, porque todos los avances obtenidos quedarán en nada si quien está en ello se pasa de la línea. Adular a una persona para conseguir algo (tal y como define la RAE ‘hacer la pelota’) es una actitud habitual en algunas personas, pero si estas se muestran demasiado serviles es probable que consiga todo lo contrario y genere rechazo. 

Establecido que no tiene nada que ver con adoptar una forma redondeada, merece la pena señalar que gracias a esta expresión existe la figura del ‘pelota’, que es quien se encarga de dorar la píldora hasta conseguir lo que pretende, una figura que no es raro encontrar en diferentes ambientes de nuestra vida, sobre todo en el ámbito profesional. 

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Parece claro que todo el mundo sabe lo que se quiere decir cuando se señala que alguien le está ‘haciendo la pelota’ a otra persona o que a alguien le están ‘haciendo la pelota’, pocas explicaciones necesita esta expresión de la que se conoce su significado, pero no tanto su origen

El peculiar origen de la expresión ‘hacer la pelota’

Sobre el origen de esta expresión hay distintas teorías, una de ellas un poco más picante que la otra, que es para todos los públicos. Una de las más conocidas hace referencia a las mujeres de vida alegre. Al parecer, una forma habitual de hacer referencia a las prostitutas o las amantes de los hombres ricos era llamarlas ‘pelota’, una acepción que está completamente en desuso y que podría ser una referencia al hecho de que fueran pasando de mano en mano, de un cliente al siguiente. 

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Cuando buscaban clientes, intentaban adular a quienes pasaban por allí, siendo esta su estrategia principal para conseguir un trabajo extra. Esta forma de captar clientes, a través de la lisonja, pasó a conocerse como hacer la pelota y derivando en la expresión que conocemos y empleamos hoy día.

La otra teoría nada tiene que ver con la prostitución, pero sí con la realeza del siglo XIX y, sobre todo, con el deseo de los nobles y cortesanos de obtener su favor. Al parecer, el rey Fernando VII era un gran aficionado al billar, pero no un gran jugador, por eso, quienes compartían partida con él, aprovechaban para dejar las bolas o pelotas lo más favorables al monarca posible, en lugar de intentar ganar el juego. 

Esta forma de dejar las bolas en el sitio justo para que el Rey pudiera ganar pasó a conocerse como ‘hacer la pelota’.

Lo cierto es que los expertos parecen inclinarse más por la primera de las opciones, aunque la segunda sea bastante más simpática. Al parecer, esta opción tiene más base histórica, más registros que apuntan en esta dirección y, aunque no siempre es sencillo encontrar el origen de una expresión, parece que en este caso, gana la asociación entre prostitutas y pelotas y sus métodos para conseguir clientes que se sintieran generoso a la hora de pagar por los servicios obtenidos.