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Llevamos cinco semanas de cuarentena de las cuales cuatro han sido lluviosas en buena parte de España. Abril se caracteriza por sus aguas mil y la segunda quincena seguirá haciendo justicia al refrán porque está previsto que las borrascas desfilen desde la otra punta del Atlántico para traernos más nubes.
En vista de que el confinamiento se alargará al menos hasta mayo, no es tan mala noticia que el episodio de lluvias también vaya a hacerlo. Lo cierto es que lo peor podría haber pasado ya en algunas zonas, especialmente de Extremadura y Andalucía donde las inundaciones han sido inevitables, pero es pronto para confirmarlo.
Desde luego, todos los rincones de España verán llover de nuevo en las próximas dos semanas. La próxima borrasca, como la que nos ha afectado esta semana, llegará desde el otro lado del charco cargada de humedad y se encontrará además con una superficie muy caldeada. Dos factores, humedad y contraste de temperaturas –en altura se enfriarán las capas de la atmósfera– que favorecerán las precipitaciones.
A las tormentas de este domingo le seguirá otro episodio a mitad de la semana que viene y, de nuevo, podrán reactivarse el próximo fin de semana.
Resulta complicado predecir qué pasará después, cuando despediremos abril para adentrarnos en mayo, pero la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) estima que la cantidad de lluvia se ajustará al promedio habitual (periodo de referencia 1981-2010). Eso significa que podría caer más en el norte y en puntos del interior, que tienden a recibir ente un 12 y un 20% de su precipitación anual en el mes de mayo, y menos en Andalucía y los archipiélagos.
Todo apunta, además, a que un anticiclón se anclará en el Atlántico Norte en las próximas semanas, lo cual supondría una irrupción de aire frío hacia buena parte de Europa. Aunque podría ocurrir más hacia el centro y este de Europa sin llegar a afectarnos directamente. Habrá que esperar para confirmarlo.