No saques todavía la chaqueta: se acerca una estupenda época para los amantes del verano. Desde este miércoles hasta el 27 de septiembre, ya bien entrado el otoño, gozaremos de altas temperaturas en la mayor parte del país y un tiempo que bien podría corresponder a julio.
Así lo corroboran los mapas, que muestran un ascenso de las temperaturas prolongado, y que tocará techo entre el domingo que viene y el lunes de la semana que viene. A partir de entonces, nuestra compañera y meteoróloga Rosalía Fernández, apunta a la entrada de "una masa de aire un poco más fresca", que se irá extendiendo poco a poco por el extremo norte. Pero no te asustes: en el resto de las comunidades "se mantendrán los valores altos".
Así, no será hasta el próximo 27 de septiembre en adelante cuando empecemos a notar el descenso de las temperaturas en todo el país.
La cultura popular ha establecido que el veranillo de San Miguel es un periodo típicamente caluroso comprendido entre el 23 de septiembre, arranque del otoño, y el 2 de octubre, aunque las fechas pueden variar. Este año parece que será especialmente puntual, pues el calor reinará al menos durante siete días seguidos.
La mala noticia es que, tal y como apuntan las previsiones, no se alargará tanto como otros años.
¿A qué se debe este periodo?
El ‘veranillo de San Miguel’ es básicamente una demostración de que las cosas están cambiando en nuestro tiempo. Mientras que durante el verano la estabilidad reina, a partir del otoño todo empieza a variar hacia el frío del invierno. Las masas de aire cálido pierden fuerza y se desplazan de latitud mientras que las masas de aire frío empiezan a merodear nuestras latitudes.
Entre unas y otras no hay otra cosa que una lucha de titanes que suele resolverse a finales de meses con las últimas incursiones de masas de aire cálido reforzadas por el anticiclón de las Azores antes de que las borrascas atlánticas empiecen a barrernos.