Heladas débiles, nieve en Pirineos y granizo en Murcia… Aunque no lo parezca, en menos de dos semanas arranca el verano astronómico y, a menos que la atmósfera dé un vuelco, lo va a hacer con tiempo todavía muy primaveral. El martes y miércoles serán días de tregua si comparamos con las últimas jornadas. De hecho mañana será el día más estable de la semana. Pero no hay que confiarse: todavía caerá algo por las tardes en el este y el norte.
La atmósfera se mantiene bastante activa a medida que se va alejando esa vaguada –elongación de bajas presiones– que nos afecta desde el domingo. Se esperan lluvias importantes, en general por la tarde, en el noreste peninsular, en el sureste y en el Cantábrico. Concretamente, Cataluña y toda el área pirenaica tendrán una segunda mitad del día tormentosa, puede que también Baleares. Las precipitaciones no serán tan intensas ya en Murcia y serán muy puntuales, pero no hay que despistarse.
En lo que respecta a las temperaturas, ya lo habrás notado: hemos amanecido con valores muy frescos, más de lo habitual en muchas zonas de la meseta norte. Incluso se han registrado algunas heladas débiles como la que muestra en el siguiente tuit Agustín Sandoval en Soria.
Por la tarde sumarán algún grado, pero seguiremos con valores más fríos de lo normal en general. Hablamos de temperaturas por debajo de los 20ºC en general en el norte, ligeramente por encima en el interior peninsular y el litoral mediterráneo –entre los 22 y los 24ºC–, y tan solo superando los 30ºC en zonas de Sevilla, Córdoba y Jaén.
El miércoles, como decimos, será el mejor día para aprovechar al aire libre porque el jueves se tuerce el tiempo (de nuevo). Los termómetros sumarán entre 1 y 6ºC en la mayor parte del país, y los cielos estarán bastante más despejados.
Todavía quedarán algunas nubes, sobre todo por la tarde porque predominarán las de evolución diurna, y podrán descargar precipitación en las provincias del Cantábrico y zonas del noreste y Baleares. En principio en el sureste lloverá muy poco y podrán por fin disfrutar de la playa la mayor parte del día.