El divorcio es decisión de la pareja, pero las consecuencias también salpican a su entorno
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MadridDurante el tiempo en el que se comparte vida y experiencias, también es muy frecuente tener las mismas amistades. Esto es algo a lo que no se le suele dar demasiadas vueltas, pero se puede convertir en un gran problema en caso de divorcio. Tras una separación no es raro que nuestra vida social pueda resentirse.
Hay veces que esto es inevitable, pero no siempre. Si se le quiere poner freno e intentar que el divorcio no afecte profundamente a ese círculo social que con el tiempo puede haberse convertido en nuestra mejor red de seguridad, hay algunos consejos que conviene tener en cuenta, para proteger nuestro entorno y amistades.
Consejos para que la ruptura no afecte la vida social
El divorcio puede ser un punto de inflexión en la vida, un acontecimiento clave que afecta a la vida de las personas involucradas en la pareja, pero que también puede tener repercusiones en el entorno, lo que también incluye el círculo social de quienes hasta el momento habían sido un ‘equipo’.
Es habitual que las parejas tengan amigos independientes, aquellos que ya conocían antes de iniciar el noviazgo o que han conocido en espacios individuales, que no suelen compartir con su media naranja. Sin embargo, también es bastante frecuente que tengan amigos en común, que no son de uno o del otro, sino que son amigos de la pareja, lo que puede hacer que en el momento de la ruptura se sientan atrapados en medio de ambos o no tengan claro si les será posible mantener el contacto con ambas partes.
Una parte importante del proceso de divorcio es aceptar que son muchos los cambios que va a traer a nuestra vida y la pérdida de amistades es una posibilidad real. No es raro que algunos amigos tomen partido por uno o por el otro, todo el mundo se convierte en especialista, tiene la solución al problema y se convierten, incluso sin darse cuenta, en consejeros o jueces.
Es inevitable que nuestro círculo social cambie, porque los planes que antes no suponían un problema, de repente sí que lo tienen, ¿se puede invitar a ambas partes a la misma fiesta? No es raro que los amigos tengan que decidir con cuál de las dos partes se quedan.
En cualquier caso, y aunque pueda parecer un consejo trillado, la comunicación es la esencia de todo. Hablar abiertamente de los cambios que se espera afrontar puede hacer que en el momento en el que lleguen, sean más sencillos, porque se han establecido límites con anterioridad, como establecer pautas para reuniones sociales o buscar alternativas para mantener las conexiones individuales, aunque suponga sacrificar las grupales.
También es una buena idea intentar ampliar ese grupo, buscando nuevas conexiones a través de eventos relacionados con intereses personales o clubes a los que pueden apuntarse. Parece inevitable que las cosas cambien, pero aceptar que eso puede pasar hará que resulte menos traumático, conviene priorizar el autocuidado y el bienestar personal, no centrarse en lo que se ha perdido sino en las relaciones que se pueden crear en el futuro.


