Operación contra la trata en el País Vasco: "Es la esclavitud del siglo XXI"
En el marco de la operación Alipar, el impresionante dispositivo de la Guardia Civil, liberó a 13 mujeres que eran tratadas como esclavas sexuales
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En el marco de la operación Alipar, el impresionante dispositivo de la Guardia Civil, liberó a 13 mujeres que eran tratadas como esclavas sexuales. El vídeo revela en las condiciones en las que vivían en un chalet de Bilbao, donde además eran obligadas a prostituirse.
"Es que date cuenta que es la esclavitud del siglo XXI. Trabajan 24 por 7, no hay descansos", dice Margarita Díaz, coordinadora de Detección Nacional, una ONG que lucha contra estas mafias.
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Cuando los agentes llegaron al lugar encontraron que "había habitaciones de lujo para los clientes y dormitorios infrahumanos" para las mujeres. "Las tratan como animales", relata una de las responsables del operativo que liberó a las 13 víctimas de la trata.
Esta agente de la Guardia Civil, ha explicado lo que encontraron en el chalet, donde estas esclavas sexuales vivían. "Las camas no son camas, son colchones tirados en el suelo, hacinadas. En sus países de origen o no tienen para comer, o son víctimas de maltrato o huyen de las guerrillas." Esta situación desesperada lleva a que sean "caldo de cultivo para las mafias."
Los agentes han constatado que la organización estaría operando al menos desde inicios del año 2017, pudiendo haber controlado a numerosas víctimas procedentes de diferentes países.
Las mafias usan el miedo para controlar a las mujeres víctimas de la trata
Esta es otra operación policial en la que fueron liberadas 39 mujeres, que también llegaron engañadas a nuestro país y fueron obligadas a ejercer la prostitución al contraer con sus tratantes una deuda que nunca se acaba. Las mujeres controladas "pueden salir una hora, si tardan hora y media les ponen una multa económica".
¿De dónde traían a estas mujeres para explotarlas sexualmente? "Muchas eran nigerianas, les metían miedo en el cuerpo para tenerlas bajo control. Que si salen de aquí, pues la policía las va a coger y las va a detener y las va a llevar a la cárcel. Y es ese miedo que está presente las 24 horas del día, lo que les impide escapar o denunciar".
Muchas de estas mujeres incluso, aunque les ofrezcan regularizar la situación no denuncian. Ese miedo que tienen en algún momento se convierte en valentía. Una vez fuera de las mafias unas deciden quedarse, otras volver a su país. Su situación económica seguirá siendo mala, "pero al menos están con su familia".
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