El misterio de la tumba vacía de Crisanto mantiene en vilo a un pueblo de A Coruña: “Daba para una novela”
Al abrir la tumba por una demanda de paternidad se encontraron con que el interior estaba vacío
La familia denunció al día siguiente la desaparición del cadáver, pero todavía hoy sigue siendo una incógnita
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Crisanto López Míguez fue el fundador y dueño de Maderas Crisanto López, un negocio con sede en Cee que, a juzgar por el devenir de los hechos después de su muerte, debió ser boyante.
El empresario falleció el 25 de junio de 2007, a los 81 años de edad, y fue enterrado en el cementerio de San Adrián de Toba, en Cee (A Coruña), aunque su cadáver desapareció del nicho y se supo dos años después, cuando una comisión forense se personó en el camposanto para exhumar los restos de Crisanto debido a una demanda de paternidad presentada por un vecino de Muxía.
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Según cuenta La Voz de Galicia, al abrir la tumba se encontraron con que el muro de cemento estaba roto y en el interior no se hallaba el ataúd.
La familia denunció al día siguiente la desaparición del cadáver, pero todavía hoy sigue siendo una incógnita.
Tal y como comenta, muy acertadamente, un vecino de Muxía que conoció bien a Crisanto López, “esto daba para una buena novela”, cuenta con sorna.
Se desconoce dónde puede estar su cuerpo
Dice la prensa que en la esquela de Crisanto “figuraban las tres hijas de su matrimonio” pero los tribunales determinaron que el reclamante de la paternidad era hijo biológico del fallecido, igual que otras dos mujeres en Santa Comba (A Coruña) que habían presentado sendas demandas de paternidad y también fueron reconocidas como hijas del maderista.
De modo que si la intención de la persona o personas que extrajeron el ataúd del empresario era evitar que la herencia se repartiese con más descendientes, no lo consiguieron, y han entrado igualmente en el caudal hereditario.
La incógnita de donde puede estar el cuerpo y el ataúd del empresario “aún tiene con la boca abierta a muchos de los que trataban con Crisanto”, reza La Voz, que añade que en las semanas siguientes a la apertura del nicho se abrieron media docena de nichos más alrededor, para ver si lo habían colocado en otro, “pero nada”, concluye.
“Hubo muchas más indagaciones, aunque sin novedades”, añade la prensa, que asegura que “todo es un misterio” incluso para los investigadores.
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