Un avión ruso con 14 personas a bordo ha tenido que aterrizar de emergencia poco después del despegue en una zona helada de Magadan. Por suerte, apenas había tomado altura por lo que el impacto contra la pista no fue mortal.
Las malas condiciones técnicas en las que se encontraba el avión ruso ya hicieron intuir a los pasajeros que algo iba a salir mal; uno de ellos decidió grabar con su teléfono lo que estaba ocurriendo desde que los motores comenzaron a rugir hasta que terminó chocando contra el suelo.
El avión un Antonov An-2, con 12 pasajeros y dos miembros de la tripulación a bordo, realizó el difícil aterrizaje poco después del despegue, informó la agencia de noticias Sputnik, citando a las autoridades locales. El avión no se destruyó, ni hubo incendio, agregó.
El avión, que transportaba trabajadores de una compañía de extracción de oro, se dirigía desde Magadan hacia el asentamiento de Seymchan.