El cuerpo de la víctima estaba tumbado en el suelo con cuchillos alrededor.
Al parecer, fue el hijo de la víctima, que padece esquizofrenia, el presunto autor de los hechos.
La mujer, de 60 años, ya había advertido a la policía de las amenazas de muerte que había recibido por parte de su hijo.
Tras los hechos, la Fiscalía de París ha abierto una investigación.