La demandante acaba denunciar un hecho que ocurrió en febrero de 2016. Sams se encontraba en el centro médico cuando le iban a suministrar un calmante llamado Dilaudid, al que aseguró ser alérgica antes de que se lo diesen. Esto le provocó un paro cardíaco y los médicos procedieron a realizar las maniobras de reanimación, consiguiendo resucitarla.
El problema era que Sams expresó anteriormente su deseo de no ser resucitada, según Albuquerque Journal. El centro tenía un documento firmado por Jamie de no reaminación. Además, la paciente llevaba una pulsera con las iniciales DNR ('Do Not Resucitate', 'no resucitar' en español).
Esto le ha costado la demanda al centro médico. Sams no quería reanimación ya que sufre la Enfermedad de Dercum, que produce tumores por todo el cuerpo, también conocida como Adiposis dolorosa. Quería así evitar el dolor severo y la discapacidad por los efectos de su enfermedad.