Según informa el periódico The Guardian, la joven fue supuestamente violada hace dos años, cuando tenía 16 años, por un profesor en su escuela de la ciudad central de Drenas. Fue a denunciar el ataque a la policía y al parecer el agente que tenía que investigar el caso abusó sexualmente de ella durante dos años. Además, fue obligada por el policía a realizarse un aborto ilegal en una clínica privada.
El suceso salió a la luz gracias al portal de noticias Insajderi tras recibir información confidencial de un abogado y la noticia conmocionó a la sociedad. El primer ministro kosovar, Ramush Haradinaj, convocó a los alto funcionario policiales y judiciales y los presionó para tomar medidas que garanticen que esto no vuelva a suceder. El presidente del país, Hashim Thaçi, ha descrito el caso como "trágico y monstruoso".
Además, el viernes, cientos de personas, la mayoría de ellas mujeres, se manifestaron en la capital (Pristina) y fuera de la comisaría de policía de Drenas exigiendo justicia y mostrando su repulsa ante los hechos. "Cada día nuestras niñas son violadas en el trabajo y en la escuela. Guardan silencio por saber que sus llamamientos no serán escuchados", aseguró Dashurie Sefa, una de las organizadoras de la protesta que habla para el portal de noticias Insajderi. El escándalo caldea los ánimos de un país machista y en el que existe una gran desconfianza pública hacia la policía.
A pesar de la indignación ciudadana mostrada, un imán de la localidad culpabilizó públicamente a la víctima por "vestirse de manera provocadora". En Kosovo, uno de los países más pobres de Europa y poblado por una gran mayoría de albaneses étnicos, cerca del 70% de las mujeres se ven expuestas a lo largo de su vida a alguna forma de violencia.