¿Cuánto cuesta realmente tener un coche? Cálculo realista de sus gastos ocultos

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Eléctrico, gasolina, diesel... ¿Cuánto cuesta tener un coche?
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MadridComprar un coche suele ser visto como un hito personal y un símbolo de autonomía, pero la realidad financiera detrás de este acto va más allá del desembolso inicial del vehículo. De acuerdo con un informe reciente publicado por la plataforma Roams, especializada en análisis financiero del hogar, mantener un coche en España implica un desembolso anual medio de alrededor de 3.850 euros. Este dato, sin embargo, es apenas la punta del iceberg cuando hablamos de costes reales y ocultos.

Los gastos visibles: el día a día del vehículo

En primer lugar están los gastos más evidentes y recurrentes incluyen combustible, financiación, seguro y mantenimiento. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el coste anual en combustible para un vehículo medio puede rondar los 1.145 euros para coches de gasolina y algo menos en el caso de los diésel. Asimismo, la financiación del vehículo suele representar aproximadamente la mitad del gasto anual total (unos 1.960 euros), convirtiéndose así en la carga financiera más elevada para los compradores de este tipo de vehículos.

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Los seguros también constituyen una partida considerable. Una póliza a terceros ampliada –que cubre robo y daños en lunas– cuesta de promedio 563 euros anuales. A esto se suma el mantenimiento regular del vehículo, incluyendo cambios de aceite, filtros y revisiones técnicas, con un gasto medio calculado en torno a los 350 euros anuales.

Los gastos indirectos que también hay que tener en cuenta

La fiscalidad relacionada con la posesión de un vehículo es otro aspecto importante a considerar. El Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), conocido coloquialmente como "numerito", varía según la potencia fiscal y la localidad de residencia, oscilando generalmente alrededor de los 122 euros anuales. Adicionalmente, al adquirir un coche nuevo se paga el Impuesto de Matriculación, que fluctúa en función de las emisiones de CO₂, representando entre un 0% y hasta un 14,75% adicional al precio de compra.

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También están los gastos ocultos, que suelen suponer auténticas sorpresas financieras para muchos conductores. El más significativo es, sin duda, la depreciación del vehículo. Según los experto, un coche puede perder hasta un 50% de su valor durante los primeros cinco años de vida. Este fenómeno implica una pérdida patrimonial significativa y constante que raramente se tiene en cuenta cuando llega el momento de adquirir un vehículo.

Además, las sanciones y multas de tráfico, que aun siendo evitables, suelen impactar las finanzas personales con cierta regularidad. A esto hay que sumar los gastos de aparcamiento y peajes, que también pueden aumentar considerablemente los costes anuales, especialmente cuando se vive en áreas urbanas, o se realizan desplazamientos frecuentes por autopistas.

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Alternativas financieras y movilidad inteligente

Ante estos gastos crecientes, muchos consumidores están reconsiderando sus necesidades reales de movilidad. Alternativas como el renting, el carsharing o incluso el transporte público están ganando terreno como opciones más económicas y sostenibles. Estas alternativas permiten reducir significativamente los gastos ocultos asociados al vehículo propio, especialmente para aquellos usuarios cuyo uso del coche es ocasional o concentrado en entornos urbanos bien conectados.