Las normas necesitan aún el visto bueno formal de los Veintisiete para su entrada en vigor y los fabricantes tendrán un plazo de dos años y medio para adaptarse.
Las nuevas normas afectarán a productos comercializados en la Unión Europea como ropa, cortinas, manteles, revestimientos para suelos y juguetes, compuestos con al menos un 80% de fibras textiles.
También facilitarán a los fabricantes el proceso para solicitar la inclusión de una nueva fibra en la lista comunitaria y, a propuesta de los eurodiputados, será obligatorio advertir al consumidor del uso de material no textil con la mención "contiene partes no textiles de origen animal".
Posibles vínculos con alergias
Por otra parte, se fija un plazo hasta el 30 de septiembre de 2013 para que el Ejecutivo comunitario lleve a cabo un estudio sobre los posibles vínculos entre las reacciones alérgicas y las sustancias químicas que se suelen utilizar en los productos textiles, tales como tintes, biocidas o nanopartículas, según informa en un comunicado la Eurocámara.
El estudio de la Comisión deberá valorar también la introducción de un etiquetado de origen para productos de terceros países que ayude al consumidor a conocer la trazabilidad del artículo que adquiere. RSO