La Niña, una de las cebras que habita en la zona de la sabana de Bioparc, se puso de parto sobre las 14.45 horas de este miércoles y el parque activó el protocolo del departamento técnico que, en estos casos, supone observar y confirmar que la vida se abra camino de la forma más natural.
Sin embargo, tras desprenderse el cordón umbilical y la placenta, el recién nacido cayó al agua de forma accidental y corría peligro de morir ahogado. Por ello, los profesionales de Bioparc decidieron actuar velando por el bienestar del animal y valorando el riesgo e intervención necesaria y se decidió que dos cuidadores se metieran en la ría ahuyentando a la nerviosa madre que también intentaba entrar en el agua para auxiliar a su recién nacido.
En unos segundos lograron coger al potro y dejarlo a salvo, momento en el que la madre comenzó a lamerlo cuidadosamente para comprobar que estaba bien. Con el "final feliz" los visitantes y el personal del parque "respiraron aliviados y mostraron su alegría y emoción con aplausos y felicitaciones", según las mismas fuentes.
Tras una noche tranquila, el potro y la hembra se encuentran bien e instintivamente el pequeño sigue a su madre, que mantiene la protección y amamanta a demanda, mientras el otro potro que nació en julio y el resto de la manada, no esconden su curiosidad por el recién llegado, han confirmado.
La madre, La Niña, llegó en 2007 del Zoo de Halle (Alemania) y el padre, Zambé, fue trasladado desde Safari de Peaugres (Francia) en 2012.