El Rafita y el asesino de la catana: otros casos que recuerdan al parricidio de Elche

El caso de Santiago, el joven de Elche que ha asesinado a sus padres y su hermano, nos recuerda a otros chicos que cometieron crímenes parecidos. Desde El Rafita hasta José Rabadán, conocido como el asesino de la catana.

La historia de El Rafita, el asesino de Sandra Palo

El Rafita participó en 2003 en el asesinato y violación de Sandra Palo. En grupo la violaron por turnos, la quemaron y la atropellaron hasta 15 veces con un coche. El Rafita estuvo en un centro de menores durante cuatro años. Al ser juzgado con la ley del menor al cumplir la mayoría de edad quedó en libertad y sin antecedentes penales.

Hoy, El Rafita es un viejo conocido de la policía. Su vida es un entrar y salir de prisión continuamente. En una entrevista en Telecinco llegó a pedir perdón a la madre de Sandra Palo, que siempre ha peleado por que se cambie la polémica ley del menor. El Rafita hoy tiene dos hijos.

José Rabadán, en asesino de la catana

También es padre José Rabadán, el asesino de la catana, que se casó hace años.

En el año 2000, José Rabadán con 16 años, mató a sus padres y a su hermana y se fue a Barcelona, donde había quedado con una chica a la que había conocido por Internet. Fue detenido tres días después del crimen.

El asesino de la catana fue internado en un centro de menores. Quedó en libertad en 2008 con 24 años. Rabadán hoy es pastor evangélico, una religión que según contó el mismo en un documental le ha ayudado a rehacer su vida.

El caso del parricida de Elche

Un juez ha internado en un centro de menores a Santiago, de 15 años, que ha confesado haber matado con una escopeta a sus padres y a su hermano en Elche.

La ley actual ley del menor, muy criticada y que lleva 20 años en vigor, no permite imputar a una persona que mata alguien si tiene menos de 14 años, es decir, no responden penalmente de sus actos.

Según esta norma, los chavales de entre 14 y 17 años solo pueden pasar un máximo de seis internados, según nos explica el psicólogo Javier Urra. Santiago tendrá que pasar ante un juez de menores que decretará qué hacer con él hasta que con 21 años quede en libertad.

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