Aseguran que, por convenio, tenían derecho a la subrogación del contrato, y han denunciado a la empresa y a la Universidad. Además, la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra, es de las pocas de España en las que los modelos no son personal contratado. Los alumnos también les apoyan, dicen que son muchos años trabajando con ellos y que son muy buenos profesionales, al contrario de los que lleguen nuevos.