"Yo estaba como, 'Oh, Dios mío, eso es todo. Oh Dios mío, voy a morir. Esto es realmente, eso es todo'", dijo Steven Robles a los medios estadounidenses.
Sin embargo, el tiburón tras morderlo por un costado lo soltó y se alejó.
El hombre, que se ha salvado, a pesar del mordisco del escualo, nadaba junto a una docena de amigos, que no se percataron de la presencia del tiburón.
Solo uno de ellos, escuchó el grito de Robles y pensó que era vícitma de un calambre cuando vio la sangre y se dio cuenta del ataque.
Nadó hasta Robles y y comprobó que "todas sus extremidades estaban intactas".
Entre todos lo acercaron a una tabla y fueron ayudados por varios surfistas hasta que llegaron los médicos de emergencias.
El bañista fue trasladado de inmediato al hospital y este domingo fue dado de alta.
El tiburón blanco se mantuvo en la playa durante unos 20 minutos y la playa no fue cerrada porque el escualo desapareció en las profundidades.
Al parecer, el animal tenía un anzuelo enganchado, aunque está prohibida la pesca de tiburones blancos.