Noemí Salazar revela por qué le preocupaba contarle a sus padres que quería casarse con Antón Suárez

  • La exintegrante de 'Los Gipsy Kings' lleva diez años casada con Antón Suárez, con el que tiene dos hijos

  • Noemí Salazar ha confesado que le inquietaba contarle a sus padres que quería compartir su boda con el percusionista

  • La exconcursante de 'GH VIP' ha revelado el motivo por el que le daba "miedo" decirle a Carlos y Raquel Salazar que se quería pedir

Los seguidores de 'Palabra de gitano' y 'Los Gipsy Kings' conocen bien la historia de amor de Noemí Salazar y Antón Suárez, pues han llegado a ver hasta su boda por televisión; pero todavía hay detalles que desconocen de la intrahistoria y que la exconcursante de 'GH VIP' les ha querido hacer partícipes ahora que han pasado diez años de su enlace con el percusionista.

Uno de los primeros detalles que la hija de Raquel Salazar contó en Instagram es que legalmente es una mujer soltera, pues su boda se celebró por "el rito gitano" pero no ratificaron su unión en ningún organismo oficial, por lo que le haría ilusión que el padre de sus dos hijos volviera a pedirle matrimonio y así formalizar su situación como pareja.

El detalle que ha contado ahora no tiene que ver exactamente con su boda, sino con su historia de amor con Antón y es que ha confesado que le inquietaba contarle a sus padres, Carlos y Raquel Salazar, que quería 'pedirse' con él porque le sacaba diez años: ella tenía 21 años cuando decidieron iniciar una vida juntos para formar una familia y él ya había cumplido los 31.

"A mí me daba 'miedo' decirles que quería pedirme con él por si me decían algo por la edad, pero en cuanto se informaron de cómo era siempre me apoyaron y es que cuando algo es de Dios jamás habrá oposición", ha explicado la finalista de 'GH VIP', que contó el apoyo de sus padres para iniciar una relación con Antón Suárez en cuanto descubrieron cómo era y de qué familia provenía.

Noemí Salazar ha contado ahora esto para aconsejar a sus seguidoras en sus relaciones y es que tiene la firme creencia de que si las historias de amor tienen que fluir fácilmente en sus inicios, como ocurrió en la suya con el madrileño, con el que ahora comparte una casa a las afueras de Madrid y dos niños que son la alegría de sus vidas, Mimi y Antón Junior: "Si estás intentando iniciar una relación y todo son trabas, eso son señales, o sino mirad cómo acabaron Romeo y Julieta".