La escena de máxima tensión que se vivió cuando Alba Casillas se dio su primer beso en televisión

Alba Casillas, la mujer que ha roto la relación con Rober Aranda tras su breve paso por ‘La isla de las tentaciones’, se hizo de lo más popular gracias a su participación en el programa ‘Mujeres y hombres y viceversa’, donde se dio a conocer.

Un espacio en el que estuvo conociendo a Julen de la Guerra, un tronista de los tronistas más conocidos y que hizo historia al reinar en tres ocasiones. Con él fue el primer hombre con el que la madrileña se dio un beso en televisión.

Un acercamiento de lo más pasional que estuvo salpicado por una gran polémica. Damos un salto al pasado para recordar qué fue lo que ocurrió y por qué su primer beso tuvo un sabor agridulce.

Antes de su paso por ‘La isla de las tentaciones’, la participante dio muchísimo de qué hablar en ‘Mujeres y hombres y viceversa’, donde estuvo pretendiendo a Julen de la Guerra en el año 2015.

Ambos tuvieron varias citas y fue tras un mes conociéndose cuando decidieron darse su primer beso. Los de Alba Casillas no eran los primeros labios que probaba el tronista, ya que se había dado besos con alguna otra y eso era algo que a la pretendienta no le hacía ninguna gracia.

Sin embargo, cuando le llegó el turno a ella, nada fue como se imaginaban. El beso fue bien, sí, y llegó tras varios minutos de tonteo, abrazos cariñosos y hasta una pelea de cojines en la que demostraron que había muchísima complicidad.

Pero lo que nunca se hubiera imaginado era que ese acercamiento tan romántico se vería empañado por una situación de lo más incómoda. De repente, cuando estaban en el momento álgido, una de las pretendientas interrumpió la cita.

Paula, la otra favorita y la principal rival de Alba Casillas, entró en el restaurante de repente y cortó lo que estaba haciendo la pareja en ese mismo momento, asegurando que necesitaba tener una cita con él para aclarar algunas cosas.

Sin duda alguna, fue un beso muy deseado el de la participante de ‘La isla de las tentaciones’ y Julen de la Guerra, pero no se pudo evitar que tuviera un sabor un tanto amargo por aquella inesperada interrupción.