Iker Casillas anunció su retirada del campo de fútbol y parece que está a punto de empezar una nueva etapa de su vida profesional en el Real Madrid. Esto supone dejar Oporto, donde ha vivido con su familia durante cinco años.
Antes, el portero se confiesa en la revista ‘Semana’ y nos explica que en las últimas semanas “no he estado con Sara todo lo que debería”. Eso sí, ha querido desmentir los rumores que generó su ausencia en el funeral del abuelo de su mujer: “Yo me quedé en Portugal porque era la final de la Copa, era mi último partido y tenía que estar”.
En cuanto a su enfermedad, cuenta que cuando pasa “se te quita la chulería rápido” y añade que le ha hecho cambiar: “Antes era rencoroso, ahora sólo disfruto de lo que me suma".
Ahora, “confía” en que su nueva etapa esté en el Real Madrid y añade: “Rompimos como cuando se separa un matrimonio y te dices de todo”.