Antonio Orozco

La verdadera relación de Antonio Orozco con sus hijos: "Crie a Jan por videollamada, con Antonella intento hacer lo contrario"

Antonio Orozco. Europa Press
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Antonio Orozco no ha podido ser más transparente en lo que respecta a su vida personal, especialmente sobre su papel como padre. Detrás del artista que ha recorrido medio mundo con su música, ha dejado ver al hombre que ha tenido que aprender a conciliar los escenarios con la paternidad, la fama con las ausencias y el éxito con el dolor.

El cantante es padre de dos hijos. El mayor, Jan Orozco Prat, nació en 2006 fruto de su relación con Susana Prat, quien falleció en 2017 a causa de un cáncer de útero. Aquella pérdida marcó un antes y un después en la vida de Orozco, que tuvo que seguir adelante mientras criaba solo a su hijo. La pequeña de la familia, Antonella, nació a finales de 2021 y es hija de su actual pareja, cuya identidad él ha preferido mantener en la más estricta intimidad.

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Tal y como narra en sus memorias, 'Inevitablemente yo', la relación del intérprete de 'La Llamada' con Jan ha sido, en sus propias palabras, "lo más duro y lo más caro" que ha vivido. Cuando su hijo nació, el cantante estaba en la cúspide del estrellato, con giras por América Latina y un ritmo de vida que le impedía estar presente tanto como deseaba.

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"Cuando Jan nació, mi carrera estaba en pleno ascenso. Me levantaba en México y me acostaba en Panamá. Podría decirse que crie a Jan por videollamada, aunque con Antonella estoy intentando hacer lo contrario, porque ahora puedo viajar menos y dedicarme a los míos. Lo más difícil que he hecho en mi vida ha sido separarme de ellos. Porque ese tiempo es algo que ya no se puede recuperar", reconoce.

Jan, a punto de cumplir 19 años, ha heredado la pasión por la música de su padre, pero también el deseo de construir su propio camino a pesar del apellido que le acompaña. A los tres años ya cantaba, a los cinco tocaba la batería, a los siete el piano y a los 11 componía canciones. Después empezó a producir arreglos para su padre.

La vida actual de su hijo mayor

Actualmente vive en Londres, donde estudia música y ha actuado en lugares emblemáticos como The Ministry of Sound y Amnesia Ibiza. Orozco habla de él con un orgullo difícil de disimular: "Imagínate, ves su nombre anunciado en Londres, y pienso que hace un tiempo era el hijo de Antonio Orozco, y yo, ahora, soy el padre de Jan", reflexiona.

Sin embargo, ese orgullo también convive con cierta nostalgia. Antonio confiesa que su carrera lo alejó de su primogénito durante años. "A veces, tengo el fantasma dentro de mí que me dice que algo puede volver a ir mal. Pasé por una época muy difícil. Lo perdí todo, aunque solo económicamente hablando. Y tengo mucho miedo", confiesa.

Su complicada situación personal coincidió con la marcha de Jan a Londres, un momento que lo descolocó por completo. "Descubrí en terapia que mi caída coincidió con el adiós de Sam -anterior asistente de Orozco- y también con la marcha de Jan. Aquel fue uno de los momentos más difíciles de mi vida. Cuando Jan decidió irse, tuve que acompañarlo en su deseo, animarlo con el corazón encogido, aunque lo último que quería era que se fuera", afirma en su biografía.

Ahora, padre e hijo han aprendido a reconstruir su relación, aunque desde la distancia. Se comunican casi a diario y su gran conexión es la música. "Intento hablar con mi hijo todos los días. No siempre lo logro, pero lo intento. Y cuando lo consigo, soy el primero en animarlo y él, a su vez, me anima a mí. Es una energía que va y viene".

Orozco recuerda también una conversación con Jan que caló en él: "Hace un tiempo, navegando los dos solos, me dijo algo que me impactó: 'Yo, si algo no voy a ser, es el hijo de Antonio Orozco'. Entonces comprendí lo que me quiso decir con esas palabras. Sé que no reniega de su apellido, pero quiere construir su carrera sin ser el hijo de. Lo respeto, lo entiendo y lo admiro por ello", indica.

Conciliación

La llegada de Antonella supuso para el compositor una segunda oportunidad. A sus 52 años, Orozco ahora puede "viajar menos y dedicarme a los míos". En su hija pequeña encuentra la serenidad que antes no tuvo. "Me despierto pensando en dónde están, si han dormido bien, si no ha sucedido nada malo. Y cuando me acuesto, cierro los ojos pensando en ellos. Desde el primer pensamiento del día hasta el último suspiro antes de dormir, todo me conecta a ellos".

Aunque su vida profesional sigue siendo intensa, el cantante ha aprendido a priorizar. Vive en Sitges, donde comparte su día a día con su pareja y con la pequeña Antonella, disfrutando de una rutina más tranquila. Allí, entre el mar y la música, encuentra la paz interior que tanto buscaba. "La felicidad, el sufrimiento… solo la paz interior sitúa cada sensación en su sitio", puntualiza. reflexiona.

Y añade: "Ser padre es el ejercicio más complejo que puede vivir un ser humano. Es el acto de fe y humildad más grande". Su relación con Jan y con Antonella lo ha hecho más consciente de lo que realmente importa. "Siempre pienso: tengo que dejarlo hacer su camino, confiar en la educación que le he dado. Seguro que todo va a ir bien".