Fuera robo o recompensa individual compartida no deja de ir contra las normas

telecinco.es 09/07/2021 08:00

Una vez volvieron a explicar Melyssa y Olga su situación emocional ante el robo de la lata de crema de cacao, abordaron en la palapa el otro robo de la semana, igualmente de una comida ganada en la mesa de las tentaciones. Se trata del pollo con patatas que Alejandro consiguió a cambio de no volver a nominar. De manera excepcional pudieron ver en un monitor las imágenes (de normal solo escuchan los vídeos) de Olga comiendo mientras todos dormían. De nuevo vimos caras de estupor, aunque en este caso viraron enseguida a sonrisas y miradas cómplices entre todos. Todos excepto Alejandro y Olga, que tenían preparada una extraña explicación para negar que se tratara de un robo.

Supuestamente, Alejandro había cedido el sobrante de su pollo con patatas a Olga porque él ya no podía comer más. “Eso no fue robo”, afirmaba Olga con la complicidad de Alejandro y ante la mirada escéptica de todos los demás. Vistas todas las imágenes esa explicación no se sostiene, entrando una cosa y otra en total contradicción. No tiene sentido que Alejandro regalase su comida de la recompensa cuando se ve que minutos antes Olga bromeaba con quitarle parte de su pollo con patatas, a lo que aquel respondía con la amenaza de zaparse entero el bote de crema de cacao. Además, al día siguiente Alejandro se une a las quejas de Melyssa tras haber advertido que alguien había hurgado donde tenía su comida.

¿Por qué Olga espera a que estén todos dormidos para comer el pollo con patatas? ¿Por qué la maniobra se hace tan a escondidas si es que fue pactada abiertamente entre los dos concursantes? ¿Por qué no hay imágenes de ese pacto y cuándo se produjo? Si fuera cierta la versión Alejandro y Olga tuvieron el feo gesto de compartir entre ellos algo que bien podría haber repartido entre el grupo o, cuando menos, puesto a disposición que quien quisiera. Creo que Alejandro y Olga pactaron dar esa insostenible versión para no acumular este robo al de la crema de cacao. No olvidemos que del lado de Olga solo se pusieron Lara y Alejandro, precisamente.

A pesar de lo dicho, haré el esfuerzo de creer una versión tan disparatada y que no se corresponde nada con lo visto. Pongamos que efectivamente Alejandro le dio amablemente lo que quedaba de pollo con patatas a Olga cuando supuestamente el pollo ya empezaba a estar en mal estado, no así las patatas. En tal caso no hay robo, pero igualmente contraviene las normas que impiden compartir las recompensas individuales. En un caso u otro los hechos no se debieron producir, fuera robo o recompensa compartida.

Al hilo de estos episodios Gianmarco ha recordado cuando echó en falta parte de su hamburguesa de una recompensa en las primeras semanas de concurso. Pero antes hubo otra hamburguesa de una recompensa grupal que ganaron los concursantes luchando contra los encallados del barco y finalmente no pudieron comer por una sanción del programa. Marta había compartido previamente algunos apetitosos insectos de una recompensa individual. Adivine el lector con quien lo compartió. Efectivamente, fue con Olga.

El castigo se terminó extendiendo al grupo, que viene a ser la medida más efectiva para concentrar el odio de todos contra quien no respeta las normas del programa. Se quedaron sin poder comer la hamburguesa XXXL y cualquier otra recompensa que tuviera comida caliente. Dura sanción por compartir unos pocos insectos. Precedentes como el mencionado hicieron que anoche esperase una sanción por contravenir dos una o dos normas.

Son hechos demostrados y aceptados que Olga se ha comido parte de la recompensa ganada en la mesa de las tentaciones por parte de dos compañeros. En ambos casos para ganar su recompensa hubieron de aceptar duras consecuencias, como son el corte de pelo de Melyssa o que Alejandro no pueda volver a nominar. Además, el robo comporta contravenir también la norma de que las recompensas individuales son personales e intransferibles. Si hacemos caso de la versión dada al alimón por Olga y Alejandro su caso sería este último solamente, lo cual cambia bien poco a los efectos de merecer sanción, salvo que convierte a Alejandro en cómplice. A pesar de todo, en esta ocasión no hubo sanciones.

No a todo el mundo se le pasa por la cabeza robar comida de un compañero. Ser empático con la situación de los concursantes no significa dar por bueno que unos tengan derecho a resolver su hambre a costa de otros. En la misma situación están todos, y quien roba comida a un compañero está empeorando la situación de este para mejorar la propia. No es justo ni equitativo, entre otras cosas porque quien más come tiene más energía para afrontar pruebas que le pueden reportar más comida o los privilegios de ser líder. Además, no por estar en la recta final y llevar tres meses de aventura quiere decir que la situación sea ahora más crítica. Pueden tener más ganas de que todo termine para recuperar la normalidad, como decía anoche Melyssa. Pero el hambre es menor ahora que al principio.

Que pasan más hambre al principio lo cuentan todos los concursantes que han pasado por esta experiencia y he tenido ocasión de escuchar a alguno de ellos. Incluso lo ha dicho hace unos días Lola en la charla de la hamaca con Melyssa. Esta reflexionaba que posiblemente había sido mejor encontrarse ahora y no al principio porque entonces igual no se hubieran soportado, a lo que Lola respondía: “Igual como al principio se pasa como más hambre y más histeria por el comienzo hubiéramos acabado de los pelos”. Es de lógica que el hambre sea mayor al principio porque luego el estómago se va acostumbrando y demanda menos comida. Poco a poco se van a habituando a su nueva situación.

Lara Sajen volvió a abandonar la palapa anoche por decisión de la audiencia votante, aunque en esta ocasión de manera definitiva. “Es diferente ahora”, decía la concursante expulsada. Curiosa sensación que tuvo ocasión de explicar. Ella ha vivido estas dos semanas como un regalo y anoche supongo que estaba mentalmente más preparada para abandonar la aventura. De todas formas, Lara se despedía emocionada agradeciendo al programa lo feliz que ha sido todo este tiempo. El grupo pierde la energía chispeante de una concursante valiosísima que ha vivido esto con pasión, sorbiendo cada trago como si fuera el último, disfrutando cada experiencia como si fuese la mejor.

Me quedo con la Lara entusiasta, positiva y alegre que dejaba anoche la palapa contenta por el trabajo realizado, aunque necesitando una completa revisión con la que recuperar su esplendor original. Esos zapatos de tacones perdidos y esos harapos de estilosa pordiosera serán pronto sustituidos por el stilleto y la lentejuela. Pero hasta sin estar en su mejor situación será difícil que vea esa palapa en un futuro tanto glamour como desprendió siempre Lara. No recordaré la Lara follonera que necesita del conflicto, pero sí su entusiasmo, sus ganas de seguir luchando, su capacidad para sobreponerse a las peores situaciones o su fuerza inexplicable. Y esa sonrisa con algo de melancolía tras la que esconde mil batallas ganadas a la adversidad, demasiado sufrimiento para dejarse vencer por el hambre y las calamidades de ese paraíso en medio del caribe. Todos son únicos, pero Lara es más única todavía. Verla ha sido un lujo y un placer.

Observatorio de nominaciones

Así fueron las primeras nominaciones del grupo definitivamente unificado:

Olga > Lola

Lola > Olga

Tom > Alejandro

Melyssa > Alejandro

Alejandro no nominó ni lo hará de aquí hasta el final de la edición, pero sí fue el primer nominado del grupo. El líder Gianmarco decidió salvar a Lola y dejar nominada a Olga para deshacer el empate a un voto entre estas dos concursantes que se habían nominado mutuamente. Y la nominación directa del líder iba para Tom. Por tanto, nominados definitivos: Alejandro, Olga y Tom.

Me sorprendió que Gianmarco librase a Lola de salir a la palestra una semana más. Teniendo en cuenta que lo estuvo cada semana al ser desterrada parece una buena decisión, sea o no la auténtica motivación del italiano. Habrá quien piense que nominando a Tom tiene opción de quitarse de encima a un duro rival. En todo caso, el argumento esgrimido parece incuestionable.

Olga está por segunda vez nominada, aunque ha tenido que pasar casi toda la edición para que se diera esta situación de nuevo. Junto a la docena larga de veces que Tom estuvo en peligro, el camino de Olga en el concurso se me antoja demasiado cómodo. Todo este tiempo ha podido despreocuparse del peligro de abandonar la experiencia, algo que machaca mucho psicológicamente. Nadie más puede presumir de algo así.

Moleskine del gato

Gianmarco ganando el collar de líder tras aguantar más de tres minutos en la prueba de apnea merece un reconocimiento que no me duele en prendas hacerle. A pesar de todo lo que he podido opinar de este concursante no se puede dudar que merece llegar a la final. Desde luego, más que Alejandro, el concursante más inanimado de la edición, de quien no deja de sorprenderme su despreocupación ante todo. Creo que su filosofía es la de “dame pan y llámame tonto” reconvertida “en llámame vago y déjame tranquilo”.

¿No se puede pedir que me devuelvan todo el tiempo de esta edición perdido miserablemente prestando atención a Sandra Pica? Cuando anoche entró por teléfono puse el mute. Una vez más.

Ah, Conexión Honduras irá el lunes porque el domingo es la final de la Eurocopa.

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