Se separan los “siameses” Carlos y Agustín

telecinco.es 03/05/2021 08:00

Lara dice que Carlos y Agustín son “siameses”. Pues bien, anoche se separaron los “siameses” porque Carlos saltó del helicóptero al fin. A la tercera va la vencida y el chef es ya concursante de pleno derecho. Tal vez no sean estos los únicos “siameses” que habitan los cayos Cochinos. En un lugar no muy lejano hay otro caso, aunque estas sean “siamesas”. Me refiero a Olga y Marta, concursantes inseparables que están construyendo su historia en Supervivientes apoyadas en los mismos dos soportes. Juntas eligen una víctima e intentan dejarla fuera de juego con críticas y provocaciones. Llegando incluso a la ridiculización, como se les ha visto hacer con Valeria. En esto lleva la voz cantante Marta. Sin embargo, el otro pilar lo carga en sus hombros solamente Olga, siendo Marta su cómplice necesaria nada más. Una “siamesa” pregunta y la otra habla de su vida privada, no hace falta decir quién es quién en esta historia.

No será la primera ni la última persona en meter su vida en el concurso. Es lo que se espera de aquellos concursantes cuya participación depende de la fama que les acompaña, especialmente si tienen un conflicto abierto en el momento. De alguna manera, si Olga no habla de la relación con su marido y los hijos de este parte de la audiencia se sentiría decepcionada. Coincidí con Jorge Javier en aquello que dijo la primera noche sobre que miraría a Olga como una concursante más. Así ha sido precisamente hasta anoche para mí, pero ya no puedo más.

Olga ha decidido meter su vida en el concurso y ya no podré verla desde otra perspectiva. Tampoco a su cómplice, esa que refiriéndose a la hija de Olga y los hijos de su marido afirma: “Qué afortunados son de tenerte como madre”. Si Marta toma partido no veo por qué no lo podemos hacer todos. Personalmente, me cuesta no hacerlo, entre otras cosas porque el plural utilizado por la cómplice no solo me parece un error, también lo veo una manipulación de la realidad, y hasta un insulto a la inteligencia.

En lo de Valeria no les falta razón, aunque la manera que tienen de tratarlo Marta y Olga tal vez no sea la mejor posible. Diría que aprovechan la ocasión y cargan contra su próximo objetivo. El primero se llama Melyssa, y curiosamente también es una mujer. Siempre he pensado que la maniobra contra Melyssa estaba motivada por el hecho de verla una concursante fuerte, cuyo poder viene del enorme apoyo y popularidad que maneja. Nunca he creído que a un concursante le de ninguna ventaja tener muchos seguidores en redes sociales, pero es una creencia muy extendida, y pienso que la comparte Marta. El objetivo de esta ha virado a Valeria, posiblemente por esa misma razón en parte.

Valeria no tiene una legión de jóvenes seguidores, como Melyssa, pero le puede dar fuerza que su participación se vea como una historia de superación debido a su edad. Además, Valeria tiene una acreditada experiencia al haber participado antes en la edición italiana de este reality y el otro isleño. Y, por si todo esto fuera poco, saben igual que nosotros la historia de su madre víctima de una estafa y las necesidades económicas que esto conlleva. Estoy convencido de que les ha dado pavor que Valeria pueda ser más fuerte incluso que Melyssa. Por esto la ponen de cochina, se quejan de que haga pis cerca de la letrina (y no dentro), llevando los comentarios a un lugar incómodo en lo que afecta a cosas demasiado íntimas.

Con todo, repito que no les falta razón porque lo de ir a hacer un pis un par de metros frente a la puerta de la letrina no tiene sentido ninguno. O lo haces fuera, pero más apartado, como hace la mayoría, o entras en la letrina. Menos lógica tiene negarlo. ¿Qué sentido tiene? Si lo habían visto con claridad y, además, siempre pueden ir a comprobarlo, como así hicieron. Siguiendo este ejemplo, no niego que el resto de las críticas estén igual de justificadas, pero lo malo es ese tono un poco pandillero y la falta de tacto a la hora de tratar el asunto. Valeria no se queja cuando las pilla poniéndola en ridículo de mala manera, pero enterarse seguro que se entera.

Y voy de las “siamesas” de la isla del pirata Morgan a los “siameses” del barco encallado. Un barco que dejó anoche de ser morada de un puñado de concursantes. Han vivido allí 24 días con sus noches. Veo las discusiones, en su mayoría provocadas por Lara, y todavía me maravilla que no hayan perdido más los papeles, porque estar en un lugar que no deja de moverse ni mientras duermen debe ser para volverse majareta. Desde anoche, los cinco que todavía no son concursantes de pleno derecho podrán dormir sobre la arena de playa Cabeza de León. La playa de los mosquitos y las almendras. Historia viva de Supervivientes.

Antes de que Carlos saltase del helicóptero por fin, sobrevoló el barco la idea de hacer una estrategia a la hora de votar en positivo y en negativo a dos compañeros para ayudar a tomar la decisión sobre el último en ir a cayo Paloma. Antes de que Sylvia propusiera votarse todos en positivo y negativo, es decir, un pacto en toda regla, ya creí ver algún comportamiento posiblemente motivado por cierta estrategia. Me refiero a cuando Alexia no se pone del lado de Lara en una crítica hacia Carlos. Incluso luego en privado se negó a contestar si estaba o no de acuerdo con ella. Daba la impresión de que se empezaba a romper la amistad entre las dos, pero mi interpretación es que Alexia no quería quedarse en minoría, posiblemente tampoco acabar con la entente cordial a la que habían llegado días antes.

Con Sylvia claramente posicionada del lado de los chicos, lo cierto es que Lara y Alexia quedaban en absoluta minoría. Tal vez por eso esta última no quiso apoyar a Lara en algo en lo que tenía toda la razón. Carlos había sido injusto poniéndose su ración normal de comida el día que había ganado una hamburguesa de tamaño XXXL. El brote de Lara está totalmente justificado, aunque al ser algo tan habitual en ella también se entiende que no hagan mucho caso. Al final Alexia y Lara superaron este pequeño bache y siguen siendo un buen apoyo mutuo. No llegan a “siamesas”, pero la suya parece una alianza difícil de separar. Sylvia estaba tan posicionada que, al parecer, termina pactando solamente con los chicos. Ahora bien, ¿salieron las cosas como lo tenían previsto?

Veamos cómo dieron sus votos positivos y negativos los que todavía eran encallados:

Alexia > + Lara - Carlos

Agustín > + Carlos - Lara

Sylvia > + Agustín - Alexia

Carlos > + Agustín - Lara

Lara > + Alexia - Agustín

Esta votación pone a Agustín con un punto en positivo y Lara uno en negativo. Los otros tres tienen un cero patatero. Si el pacto de las votaciones seguía en pie solamente entre Agustín, Carlos y Sylvia, como me pareció entender antes de comenzar los votos, no cuadra que ella no se llevase un solo voto. Lo lógico hubiera sido que Carlos diese su voto positivo a Sylvia, toda vez que Agustín se lo había dado a Carlos y Sylvia a Agustín. En cualquier caso, entre los tres empatados a cero tuvieron que elegir los supervivientes. Los chicos coincidían en elegir a Carlos y las chicas a Sylvia, excepto Melyssa, que al preferir a Carlos le otorgaba la segunda vacante en el helicóptero.

Carlos se tiró del helicóptero ni desde tan alto ni tan académicamente como Valeria, pero ya debe estar en cayo Paloma (no se vio anoche, pero seguro que será uno de los argumentos del especial Última hora de hoy, presentado por Jorge Javier Vázquez). Se separa así la pareja masculina de “siameses”. No sé si Agustín ha sido perrito faldero de Carlos, como dijo Lara. Y poco puedo decir de eso tan feo sobre las rodilleras de este concursante, lo cual salió de esa misma boca. Pero sí me resulta excesivo que Agustín vea saltar a Carlos y pida a Jordi hacer una “loa” a su compañero de concurso, y a un tiempo contrincante. Alguien debería decir a Agustín que panegíricos mejor no hacer.

No solo hubo anoche el traslado de los antiguos encallados a playa Cabeza de León. Las concursantes desterradas pasaron de vivir en playa Destierro a hacerlo en… playa Destierro. Doy fe de que se desplazaron en una barca. También de que el lugar de ahora es diferente, algo más amplio, con un trocito de playa con arena y un poquito menos incómodo que el anterior. El nombre, por el momento, sigue siendo el mismo. Si tendrán pocas cosas que les bastó con minuto y medio para llevarse prácticamente todo (me pareció entender que se habían dejado unas lentejas). El destierro sienta muy bien. Si hasta ahora nos había conquistado Lola en esa ubicación, anoche lo empezó a hacer también Palito.

Contó Palito la dura historia personal de los últimos dos años. Nunca había perdido a un familiar y le costó asumir que fuera su hermana la primera. En el lado positivo, el apoyo incondicional de su novio inglés, al que no pasa un día sin decirle “te quiero mucho”. La sencillez y dulzura con la que lo contó, esa ausencia de drama tan cargada de sinceridad y sentimiento, me hicieron emocionar de verdad. Son formas y formas de hablar de la vida de uno estando en este concurso. Palito cuenta su experiencia personal y si habla de terceras personas es para reconocer la importancia de que estén a su lado. Olga no solo habla de ella, sino que carga contra otra persona intentando lograr su desprestigio. Son el día y la noche.

Moleskine del gato

Dice Jordi González, citando a Joaquín Prat, que Olga cuando habla manda mensajes a España. Hombre, escuchándole decir eso tan horrible de “perro judío” igual algún mensaje también llega a Israel.

Esta noche estará en plató Antonio Canales, recién llegado de Honduras. Y puede que conozcamos la identidad de la persona que irá mañana de visita a ver a uno de nuestros náufragos. ¡Qué intriga!

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