Casi once años después de sufrir un atentado terrorista que le ocasionó heridas graves, Gorka Landáburu se ha enfrentado a los dos etarras que le enviaron la carta bomba a su casa de Zarautz. "Uno ya está preparado. Yo quería verles la cara y les miré fijamente a los ojos. Estaba con mi familia, han venido mis hijos y mi mujer y les dije que con la mirada bien alta", ha dicho el periodista.
Con muchas fuerza y al igual que ya hiciera en el hospital días después del atentado, Landáburu ha insistido en que no van a hacerle callar. "Ya estamos acostumbrados. Ha habido tantas pintadas, tantas llamadas de madrugada, tantas corbatas negras... Les vuelvo a decir lo que les dije en el hospital. Me habéis destrozado las manos, me habéis dejado ciego de un ojo pero no me habéis cortado las lengua, ahí os habéis equivocado. Habéis intentado sacarme del país y también les dije en el hospital que no iba a salir de Euskadi. Mis padres tuvieron que salir porque les tocó en la guerra civil, Franco le echó del país y murió en el exilio pero vosotros no me habéis echado. Sois una dictadora que habéis durado más que Franco y vamos a seguir peleando porque si hemos llegado donde hemos llegado es gracias a todos. Evidentemente gracias a la policía, a los fiscales, a la colaboración francesa pero también gracias a la sociedad y a mucha gente que ha resistido fuera y dentro del País Vasco y hemos ganado. Ahora hay que poner la guinda. Tenemos que buscar el final, abrir lo ojos. Lo dije ayer. En la carretera, con el volante entre las manos y con un gran retrovisor que se llama memoria. Después tiene que haber justicia y reparación."
Gorka Landáburu se reunió con presos etarras
En noviembre, Gorka Landáburu participó en un taller con presos etarras en la cárcel de Nanclares de Oca, donde se encontraban dos miembros del comando que atentó contra él. "Fue un encuentro bastante sorprendente. Me avisaron del Gobierno vasco que estaban haciendo talleres con determinados presos de etas, con presos de calibre pero que se han arrepentido y han pedido perdón, que han sido expulsados de ETA y llevan varios años haciendo una reflexión. Estuve 2 horas con 7 etarras delante por mi instinto periodístico, más que por el Gorka Landáburu víctima. Hablamos de todo. Hablamos de la época franquista, de la violencia, de su inutilidad... Ellos reconocían que el daño causado no había servido para nada. Yo les dije que había estado en Biarritz en una rueda de prensa donde unos señores se quitaron la capucha y dijeron que se acabó. Treinta años después esto no ha servido para nada, solamente dolor y sufrimiento. Ellos lo reconocían y querían saber cómo se vive fuera de la cárcel. Les expliqué que a la gente le importa un carajo su problema y que tenían otro problema, que habían dado un paso y todos los demás lo tenían que dar. Al final me vinieron dos y me dijeron que pertenecieron al comando que me envío la carta y me pedían perdón. Me quedé cortado. Se lo agradecí y les dije: 'Si seguíis en esa vía de la reinserción, os ayudaré desde fuera".
La polémica con Hermann Tertsch
La postura mantenida por Gorka Landáburu respecto a los presos de ETA ha sido malentendida por algunos compañeros. Cansado de estos ataques, Gorka Landáburu ha contestado a Hermann Tertsch por insunuar que apoya a los presos de ETA. "No suelo contestar pero estoy cansado y harto de cierta gente que pocas veces he visto en el País Vasco, en la calle, en primera fila... gente que está en un despacho me diga que apoyo a ETA cuando me han amenazado, cuando mi hermano ha tenido que sailr del País Vasco... Un poco de seriedad. Señor Tertsch, trabaje para solucionar definitivamente el problema de ETA, no para estar detrás de un despacho y criticar a unos y otros. A partir de ahora que cada uno defienda y diga lo que tenga que decir, pero unos estamos trabajando. Buscanos la paz. Es complicado. No vamos a perdonar ¿cómo voy a perdonar yo? Pero voy a buscar la paz para mis hijos para mis nietos y para todos los que estais en España y Euskadi. Ese es el trabajo que nos queda por hacer."