Los miembros de 'La Manada' de Callosa llevaron a la víctima al sótano de la casa de uno de los agresores. En la parte de arriba de la vivienda, se encontraba la familia del joven. Asustada por un fuerte ruido, la madre del agresor bajó al sótano. Allí se encontró a su hijo junto a tres personas más abusando sexualmente de una joven.
Alarmada avisó a otro de sus hijos, quien también descendió a la parte inferior de la vivienda y se encontró la misma escena.
El joven avisa a su hermana. Ella no lo duda y acude a la policía "comunicando que su hermano y tres amigos más tiene en un sótano de la citada vivienda a una mujer desnuda en gran estado de embriaguez". Además pide ayuda médica para la víctima. Una patrulla de policía la acompaña a casa.
De camino a la vivienda hallan en una plaza a uno de los agresores que había huído de la casa al ser sorprendido por la madre. La hermana lo identifica y es detenido.
En la puerta de la vivienda se encuentran a dos de los agresores, que son detenidos inmediatamente. Les retienen y acceden al garaje de la casa donde se encuentran unas escaleras que conducen al sótano. Bajan y descubren dos habitaciones separadas por media pared.
En el habitáculo del fondo se encuentran botellas y sillas por el suelo. "Se encontraba en estado de gran suciedad y desorden". Lo peor se encuentra en la otra sala, junto a la pared, una mesa con más restos de bebidas, a un lado un sillón, la puerta abierta del jardín y la víctima. Se encuentra sentada en una silla de plástico naranja, frente a ella, de pie, el tercer detenido.
La víctima "presentaba un gran estado de embriaguez, llorando, en alto estado de nerviosismo, desorientada, hablando sola y desconociendo dónde se encuentra ni con quién". A pesar de su estado, comunica que ha sido agredida.