Cándido, al Ovejas: “No te quedes mirándole el asta viril que son de ciudad”

  • El Ovejas descubre que Moncho y Ruth son nudistas

Dispuesto a adelgazar para enamorar a la señora Elisa, el Ovejas va a casa de los hippies a por la infusión que le ha prometido Ruth. Sin embargo, cuando llega se encuentra una situación novedosa para él que le pondrá muy, muy nervioso. Ruth y Moncho practican el nudismo y le reciben sin ropa. El Ovejas no sabe ni dónde mirar y aunque les deja claro que “cada uno está en su chamizo como quiere”, se bebe la infusión de un trago y se marcha corriendo para contarle todo a Cándido.

El Alcalde intenta buscar el punto de normalidad a lo sucedido y siempre desde su experiencia debate con su vecino sobre el tamaño normal del asta viril en reposo en estado de ataque inminente.