¡Qué calor! 5 consejos caseros para enfriar tu casa sin poner el aire acondicionado
El Tiempo HoyPersianas y cortinas... ¡cuanto más tiempo estén cerradas mejor!
El consejo que más habrás escuchado es el de cerrar persianas, toldos y cortinas a lo largo del día. Mantener la casa protegida del sol durante las horas de mayor calor es sinónimo de acierto. ¡Y no te va a suponer ningún esfuerzo extra! Además, siguiendo este sencillo paso, cuando llegue la noche y te dispongas a abrir la ventana a la hora de dormir, el ambiente estará mucho más fresco y el calor dejará de ser ese odioso impedimento que te quite el sueño.
Juega con las corrientes: pueden convertirse en tu salvación
Si estar a oscuras no es lo tuyo, no te preocupes. Las corrientes, si sabes manejarlas, también pueden convertirse en tu gran aliado. Cuando haya caído el sol y comience a dejarse ver algo de brisa en el ambiente, aprovecha la ventilación cruzada para que el viento entre y salga por puentas y ventanas. El mejor punto de entrada de aire frío son los patios interiores.
El ventilador, el perfecto sustituto para el aire acondicionado
Ya sea portátil o en el techo, un buen ventilador siempre viene bien. Pero... ¿y si te dijeran que puedes convertirlo en un aire acondicionado casero? Es posible. Tan solo tienes que colocar un bol con hielo y sal frente al aparato y el efecto será inmediato. El aire se enfriará, y la sensación será bastante similar a la de artilugios mucho más complejos. ¡Ahorra y haz un favor al medio ambiente!
La decoración puede llegar a ser crucial
En toda casa que se precie, saber combinar colores y texturas es fundamental. No solo por estética: la estación también ocupa un papel crucial. Y en este sentido tiene mucho que ver el factor psicológico. Echa mano de sábanas de lino y algodón y deja atrás ese nórdico que ya no te hace ningún favor. Los tonos de la ropa de cama, cuanto más claros mejor. Al igual que sucede con las paredes: el blanco y similares no se recalientan y reflejan la luz natural con mucha más facilidad.
Agua, agua y mucha agua
Si hidratarse ya es fundamental, cuando el calor pega fuerte, mucho más. Cuanta más agua reciba tu cuerpo, más fresco se mantendrá. Lleva una botella siempre contigo para que el sol no te juegue una mala pasada, porque su efecto es infalible.