EDADISMO EN HOLLYWOOD

Sharon Stone: "Mel Gibson me dijo que era demasiado vieja para actuar con él, y tiene dos años más que yo"

Sharon Stone a su llegada a la Milan Fashion Week, en febrero de 2025
Sharon Stone a su llegada a la Milan Fashion Week, en febrero de 2025GETTY IMAGES
  • La actriz, de 67 años, denuncia en Vogue Alemania el machismo, la misoginia y la discriminación que sufrió al llegar a la madurez

  • En Uppers te contamos otros casos de actrices maduras que, pese a su talento, quedaron relegadas al olvido en Hollywood

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A sus 67 años, Sharon Stone sigue siendo un icono del cine y, además, una voz valiente que le planta cara a los prejuicios que persisten en Hollywood en torno a la edad. En una industria donde envejecer parece ser un pecado —especialmente si eres mujer—, Stone se ha convertido en una figura incómoda para los estándares que exigen juventud eterna y silencio frente a la discriminación.

Ella no solo sigue en pie, también habla claro. A lo largo de su carrera, y especialmente en los últimos años, ha hablado sin apenas filtros sobre el machismo, el edadismo y el doble rasero al que se enfrentan las actrices maduras como ella, en un mundo donde prevalecen los papeles para las actrices jóvenes, sexys, perfectas y, en algunos casos, retocadas a las que emparejan sin reparo con hombres mucho mayores que ellas.

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Ahora que vuelve a ser noticia gracias a su incorporación a la temporada 3 de Euphoria, la que fue reina de las taquillas en los años 90 con éxitos como Instinto básico o Catwoman, no está pasando por su mejor etapa profesional, y esto no se debe precisamente a la falta de talento sino a lo que ha denunciado públicamente en más de una ocasión: en el cine hay mucha discriminación por edad y un machismo que sigue muy presente. De hecho, son muchas las actrices maduras (y sobradamente preparadas) que, como ella, simplemente han sido apartadas por no encajar en los estándares absurdos que impone la industria del cine americano.

El edadismo imperante en Hollywood

Bastan ejemplos como el de Meryl Streep a quien, pese a su talento, solo le llegaban papeles de bruja en cuanto cumplió los 40; Michelle Pfeiffer, que durante mucho tiempo se alejó de la industria del cine, en parte, por falta de papeles interesantes para mujeres de su edad; Geena Davis que, cansada de ver como los papeles para las mujeres mayores brillaban por su ausencia, creó una fundación para estudiar y visibilizar la desigualdad de género y edad en el cine, o Maggie Gyllenhaal, a la que con solo 37 años la descartaron del papel de amante de un personaje masculino de 55 por ser “demasiado mayor para él”, un desbalance absolutamente absurdo incluso tratándose de un universo edadista por excelencia como Hollywood.

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Cuando empecé como modelo y actriz, el término 'follable' era sinónimo de empleable y lista para las cámaras

Un caso, este último, muy similar al que Sharon Stone vivió en sus propias carnes y que reveló en una entrevista concedida a Vogue Alemania hace unos años. La anécdota lo dice todo: “Mel Gibson me dijo hace 20 años que era demasiado vieja para actuar con él, y él tiene dos años más que yo”, contó Sharon. "Es interesante cómo funciona esto en Hollywood. Un hombre puede trabajar con una mujer 20 o 30 años menor que él y nadie dice nada, pero si nosotras queremos hacer lo mismo, somos ridiculizadas", añadió.

En esa misma entrevista, publicada en 2020, la actriz ofrece otra frase demoledora: "Cuando empecé como modelo y actriz, el término 'follable' era sinónimo de empleable y lista para las cámaras", que resume de forma cruda y directa cómo funcionaban (y todavía funcionan) el machismo y el edadismo en Hollywood.

Lo que deja claro es que, desde el principio, muchas mujeres en la industria no eran valoradas por su talento, su inteligencia o su presencia escénica, sino por si encajaban o no en un ideal sexualizado que definía su "valor comercial". Y lo más grave es que ese ideal tiene fecha de caducidad: juventud, cuerpo normativo y atractivo según estándares masculinos. ¿Qué pasa cuando una actriz deja de cumplir esas expectativas? La industria empieza a borrarla.

Férrea defensa a las mujeres maduras

Sharon siempre deja claro en sus entrevistas que la belleza no tiene fecha de caducidad, y que el atractivo no depende de cuántos años tengas, sino de cómo te sientas contigo misma. Con el tiempo, se ha convertido en una de las caras más visibles a la hora de reivindicar los cuerpos femeninos pasados los 50, sin filtros ni complejos. No siempre fue así: durante años le costó aceptar los cambios en su cuerpo y lo que venía con el paso del tiempo. Pero hoy, en plena madurez, está más cómoda que nunca en su piel, y no duda en compartir cómo cuida su cuerpo y su mente para seguir sintiéndose bien.

"El sexo y la sensualidad no residen en si alrededor de los codos o las rodillas hay arrugas", ha reflexionado. Las líneas de expresión también son, para ella, un elemento atractivo: "A los hombres les encantan las líneas alrededor de los ojos o de la boca porque eso les dice que he reído y que me voy a reír", se ha sincerado en entrevistas pasadas.