Qué fue de Silke, la estrella de los 90 que se retiró voluntariamente del estrellato

Durante un tiempo era imposible no ver a Silke en cine o en televisión, protagonizando campañas publicitarias
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MadridEs bastante habitual que, cuando alguien se convierte en una estrella, parezca que está en todos lados, aparece en todas las películas, está en todas las revistas, enciendes la televisión y ahí está también. En el caso de Silke esto no era una impresión, durante un tiempo era imposible no saber de ella.
Precisamente esto fue lo que hizo que renunciara a su carrera como actriz, ella nunca quiso ser el centro de atención, no se sentía cómoda con esa parte de su profesión, a pesar de que la interpretación le apasionaba. “Cada uno vale para lo que vale y yo para ser famosa no valgo. No va conmigo estar en el centro y que todo el mundo hable de ti”, dijo en una entrevista para la revista Lecturas. “Siempre me sentí muy incómoda, a pesar de que el trabajo como actriz sí que me gusta”
Esto le llevó a renunciar a su carrera en gran medida, eso y quedarse embarazada, ser madre se convirtió para ella en una prioridad y por suerte encontró otra profesión que le permitía ser feliz, sentirse realizada y no tener que renunciar al tiempo que quería pasar con su hija.
Silke, la estrella de los 90 que se retiró del estrellato
Silke siempre tuvo claro que ella era demasiado inquieta, demasiado creativa para trabajar para otra gente, por eso no sorprende que desde muy joven intentara triunfar con sus propios negocios, como una tienda de segunda mano que montó junto a una amiga; ella se encargaba de los complementos.
Sin embargo, la actuación también consiguió seducirle y llegó a participar en un gran número de películas. Algunas de ellas muy recordadas, como Hola, ¿estás sola? o Tierra, por lo que llegó a ser nominada a los Goya. Tuno negro fue una de las últimas películas que protagonizó, una película que no llegó a tener el éxito que merecía, aunque con el tiempo ha ido ganando adeptos.
A pesar de haber nacido en Madrid, no es en esta ciudad donde ella siente sus raíces, sobre todo tras el fallecimiento de su padre y su abuela, lo que hace que cada vez viaje menos a la capital. Su hogar es Ibiza, donde solía acudir cada verano y donde se mudó a los 21 años. Aquí comenzó a triunfar con su negocio de joyas, piezas artesanas que ella diseña, fabrica y vende a través de su firma Silke K Horn.
“Estaba embarazada de mi hija e hice una colección sin pensar en más allá. La verdad que fue un bombazo, todas mis amigas querían uno”, explicó en la citada entrevista sobre cómo llegó a dedicarse a ello. “Se vendía en un restaurante de Ibiza y me llamaban que se agotaban cada noche. Empezó a irme muy bien y me embarqué con eso”.
Ahora está feliz con el camino que ha escogido, aunque asegura que en ocasiones echa de menos la interpretación, que hay papeles que le hubiera gustado hacer y que no le cierra las puertas a un posible regreso. De momento se muestra feliz y orgullosa de que su sobrina, Zoe Mulheims, esté siguiendo sus pasos.

