Coppola habla por primera vez del dolor por la ausencia de su amor, Eleanor: "Aprendí mucho hablando con ella a diario"
El legendario cineasta admite que aún no se ha acostumbrado a la pérdida de quien fue su esposa durante 61 años
Coppola, obligado a subastar su colección de relojes de lujo para seguir haciendo películas: "Estoy arruinado"
A sus 86 años Francis Ford Coppola aún siente que tiene retos por delante. No le desaniman ni el batacazo económico de su ambiciosa 'Megalopolis' ni los achaques propios de la edad, pero sí hay una ausencia a la que aún no se ha acostumbrado, una clase de silencio que todavía está aprendiendo a reconocer. El que dejó la muerte a los 87 años de Eleanor Coppola, la que fue su esposa durante 61 años.
Desde su pérdida en abril de 2024, el legendario director de 'El padrino' admite que las mañanas, que solían ser su momento favorito del día junto a ella, se han convertido en un recordatorio directo de lo que ya no está. Coppola lo resume con sencillez en una entrevista en 'The Telegraph': durante más de seis décadas siempre hubo alguien a su lado que equilibraba sus dudas y emociones en el día a día. Ahora, confiesa, hay momentos en los que no sabe exactamente dónde situarse.
Aquellos pequeños momentos
"Mi momento favorito con Eleanor siempre era por las mañanas", rememora el cineasta en dicha entrevista. Esos momentos sencillos -despertar, hablar del día, compartir impresiones- propiciaban un espacio cotidiano pero íntimo que para él era la base de una convivencia que consideraba profundamente creativa.
"Aprendí muchísimo hablando con ella a diario. Me hablaba del arte conceptual, de cómo cualquier cosa podía ser arte; que alguien pelara una patata podía serlo. Pensé que era la cosa más tonta que jamás había escuchado, pero fue interesante, aunque no lo entendiera o no estuviera de acuerdo con ello", explica, reconociendo que ella le obligaba a ampliar su mirada, a cuestionar sus certezas.
Ahora la soledad le pesa. "Toda mi vida hubo alguien con quien comunicarme emocionalmente, así que ahora... no sé dónde estoy", reconoce, no como un lamento dramático, sino como una realidad honesta. Sus palabras revelan a un hombre intentando reorganizar su vida sin la persona que la dio forma durante más de 60 años.
En esa fase de adaptación a una nueva realidad, el cineasta ha cambiado su rutina matutina y ahora empieza cada d ía escribiendo un poema. "Todas las mañanas escribo una lista de diez palabras positivas, que convierto en un poema. Y aprendo una palabra nueva", explica. "¿Sabes qué espero que sobreviva en el futuro? El matrimonio. El matrimonio es mucho más que la fidelidad", agrega.
"No hay edad que no sea hermosa"
Coppola también habla del envejecimiento y de cómo este afecta a las mujeres, especialmente en la industria del cine. Preguntado por los tratamientos de bótox, tan frecuentes en las actrices que van cumpliendo años, el director de 'Apocalypse Now' se muestra tajante: "Bueno, eso da miedo. La flor de la juventud es a los 27 años. Pero en cada década, las mujeres son hermosas. No hay edad que no sea hermosa. Siempre disfruté invitando a almorzar a señoras de 90 años, de las cuales tuve la suerte de conocer a algunas. Son fascinantes; te cuentan historias de sus vidas".
Para Coppola, tan pronto como alguien empieza a recibir inyecciones antienvejecimiento arranca un proceso que no se detiene nunca. "No intentes parecer una flor cuando eres una flor. Empieza con un poquito aquí, y luego se va apagando, y haces más, y para cuando terminas, ¡ya ni siquiera pareces una persona!", reflexiona.
