¿Es verdad que la cerveza engorda?
Se dice que la cerveza engorda, pero también hay quienes no lo tienen nada claro o piensan que lo que realmente engorda es la comida con la que acompañamos a esta bebida
¿Es más sano tomarte un refresco de cola o una cerveza?
La cerveza es la bebida alcohólica que más se consume en nuestro entorno. Por eso también es una de las que suscita más preguntas. Una de ellas tiene que ver con la ganancia de peso. Y es que se suele decir que beber cerveza engorda. De hecho, hasta se habla de la “barriga cervecera” para hacer alusión a ese fenómeno. Pero antes de hacer una asociación tan directa entre el consumo de esta bebida y la ganancia de peso, conviene tener en cuenta algunas consideraciones como las que comentamos a continuación.
El valor energético de la cerveza
Si queremos valorar la implicación que tiene esta bebida sobre la ganancia de peso, uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es el aporte energético. Como casi todo el mundo sabe, la cerveza se elabora básicamente a partir de la fermentación de la cebada, así que contiene alcohol (en torno a un 5%) y también otros compuestos como azúcares y proteínas, que proceden del cereal de partida.
A grandes rasgos, el alcohol supone en torno a un 60% de ese aporte energético, debido sobre todo a que es uno de los compuestos más calóricos: para hacernos una idea, un gramo de alcohol aporta 7 kcal., es decir, casi tanto como un gramo de grasa (9 kcal), que es el nutriente más calórico.
Por su parte, los azúcares y las proteínas aportan 4 kcal por cada gramo. Los primeros suponen un 30% del aporte energético de la cerveza, mientras que las segundas en torno a un 5%.
Calorías vacías
Así pues, el principal responsable del aporte energético de la cerveza es el alcohol, que supone en torno a 115 kcal en una cerveza de 330 ml. con un 5% de alcohol. Generalmente una cerveza de 330 ml. aporta unas 150 kcal. Aunque, obviamente, esto va a depender del tipo de cerveza que estemos valorando. Como podemos imaginar, las que contienen más cantidad de alcohol son también las que más calorías aportan.
Esta cantidad de calorías es equivalente a la que aportan, por ejemplo, dos yogures naturales sin azúcar. Ahora bien, hay que tener mucho cuidado a la hora de interpretar estas comparaciones porque, como podemos imaginar, no es lo mismo beber una cerveza que comer dos yogures. No solo porque la primera es una bebida alcohólica y por tanto, perjudicial para la salud, sino también porque la composición y el aporte de nutrientes son completamente diferentes.
Por ejemplo, el yogur aporta nutrientes interesantes como el calcio, las proteínas o la vitamina B12, mientras que el aporte de nutrientes de la cerveza es poco interesante y, sobre todo, los posibles beneficios, no compensan los potenciales perjuicios del alcohol.
Además, el alcohol aporta calorías vacías. Es decir, se trata de calorías que no proceden de nutrientes interesantes que nuestro organismo pueda aprovechar, sino que se trata simplemente de calorías que, en caso de no ser aprovechadas, son almacenadas en forma de grasa.
¿Es la cerveza o el pincho?
Además del aporte calórico que ya hemos mencionado, el alcohol puede hacer que nuestro apetito aumente y reduce las inhibiciones, lo que puede llevarnos a comer más cantidad de comida de la que comeríamos normalmente.
Precisamente también hay que tener muy en cuenta la comida. Y es que la cerveza no solemos beberla sola, sino que habitualmente la acompañamos con el consumo de alimentos. En muchas ocasiones estos son poco interesantes desde el punto de vista nutricional (patatas chips, pizzas, hamburguesas, perritos calientes…), sobre todo porque aportan pocos nutrientes de interés y son muy calóricos.
Entonces, ¿la cerveza engorda?
Lo primero que debemos tener claro es que la cerveza es una bebida alcohólica, por tanto perjudicial, así que convendría evitar su consumo o reducirlo en la medida de lo posible.
Es cierto que aporta una cantidad significativa de calorías y que se trata de calorías“vacías, que pueden influir sobre el peso corporal. Pero es importante tener en cuenta que la ganancia de peso debida a la acumulación de grasa corporal depende de varios factores. Sobre todo, de nuestros hábitos: los alimentos y bebidas que componen nuestra dieta, la cantidad que ingerimos, la actividad física que realicemos, etc. Y también de muchos otros aspectos como los factores genéticos, económicos, sociales, etc.
Además, en lugar de preocuparnos por lo que puede engordar un alimento o una bebida determinados y pensar únicamente en el peso, es fundamental centrar la atención en seguir unos hábitos saludables, priorizando alimentos y bebidas que nos gusten y que sean interesantes desde el punto de vista nutricional, además de realizar actividad física de forma regular.