Los 6 restaurantes nuevos de Madrid donde vas a querer ir (si no has ido ya)

La capital sigue imparable en lo que a que aperturas gastronómicas se refiere, apunta estas direcciones antes de que sea demasiado tarde
Desde el debut hostelero, en clave japo, del influencer Alberto de Luna hasta (Bakko) hasta la triunfal propuesta de tres jóvenes en pleno barrio de Carabanchel (La Capa)
Si alguien pensaba que el ritmo de aperturas en Madrid iba a relajarse en algún momento de este 2025 no podía estar más equivocado, ya que desde que arrancó el año no han hecho más que anunciarse inauguraciones tan esperadas como la que ha supuesto vuelta del chef peruano Gastón Acurio a España. Pero no es La Mar el único proyecto que merece que le hagas una visita no tardando, ni mucho menos.
Afortunadamente, hay conceptos para todos los gustos dentro de esos nuevos restaurantes de Madrid que han llegado para agitar —aún más si cabe— una escena foodie que continúa imparable desde hace años y que ya se extiende mucho más allá de barrios céntricos como Justicia o Chamberí. Llegando incluso a zonas tan poco gastronómicas como Carabanchel, donde se ubica La Capa, un barrio que estos días está experimentando un resurgir que gana adeptos y detractores a partes iguales.
Pero no nos olvidemos de que aquí a lo que venimos es a recomendaros, y a comentar nuestras impresiones, sobre esos nuevos locales que han llegado para aportar su granito de arena a un Madrid que cuenta con una oferta gastronómica para todos los paladares y bolsillos (también para todas las edades). Así que toma nota de aquellos proyectos que se ajustan mejor a tus preferencias. Ah, y no te olvides de hacer la reserva con bastante antelación. Y de decirles que vas de nuestra parte, claro.
Taberna Chiripa

A mitad de camino entre el barrio de Goya y el de Ibiza, ahí se encuentra la taberna que van a adorar los amantes de la casquería y que cuenta con un chef formado en casas como Umiko o Lera en los fogones. En la carta de David Blázquez encontrarás esos clásicos –generalmente madrileños– que jamás pasan de moda y que en la actualidad son más reivindicados que nunca. Platos castizos a los que dan la vuelta de tuerca justa y necesaria para hacerlos suyos y desmarcarse de la alta competencia de la zona.

Desde un ajoblanco con quisquillas y encurtidos, que derrocha personalidad, a unos callos que dejan entrever que en esta casa van sobrados de alma, técnica e intención. También suelen estar en las comandas las mollejas a la brasa o esa pastela de codorniz en pepitoria –bautizada ‘Homenaje a Madrid’– que se te grabará a fuego. Al igual que esas peras del vino que redondean la experiencia y hacen que ya no echemos tanto de menos restaurantes como Recreo o Verdejo, que abandonaron esta calle y ahora se les echa un poquito menos de menos en el barrio gracias a propuestas como Taberna Chiripa o el vecino Pacto Raíz.
C/ Espartinas, 6
Bancal

El chef coruñés Miguel Vidal es ahora quien dirige las cocinas del restaurante ubicado dentro del MOM Culinary Institute. El culto al producto comparte protagonismo aquí con una cocina viajera que convive con una base clásica donde se aprecia el gusto por los fondos bien trabajados. El reciente ganador en Madrid Fusión, tras presentar la mejor empanada de 2025, ya dejó muy buenas sensaciones con su restaurante Morgana, que mantiene activo, pero ahora le toca brillar con un concepto que sorprende al combinar texturas y sabores de diversos continentes.

Ahí está su vieira con beurre blanc, cítrico y caviar para demostrarlos. O esas lentejas caviar con callos de bacalao y remolacha que enamoran por su melosidad y mordida en cada bocado. Un detalle a tener en cuenta es que Vidal se abastece de la huerta y árboles frutales que cultivan en el huerto de MOM, tanto en la calle Serrano como en la sede de El Pardo. No te lo puedes perder si eres de los que saben apreciar ese recetario clásico que en Bancal ponen en valor y reivindican a través de platos como las patatas a la importancia con jugo de manitas y morcilla crujiente. No te olvides de pedir pan.
C/ Serrano, 95
La Capa

Desde hace meses no se habla de otra cosa. La Capa es la historia de tres amigos (Martín, Arturo y Piru) que decidieron emprender su aventura en un local, situado a escasos metros de la glorieta de Marqués de Vadillo, al que todos quieren ir. Cuando atraviesas su puerta, tras haberte quedado un rato obnubilado con el neón de la fachada, tienes la sensación de haber retrocedido en el tiempo a aquella época en las que las casas de comida destilaban honestidad y eran el mejor refugio posible para comer bien y a un precio justo.
En su carta vas a encontrar platos reconocibles de esos que nunca fallan, que se encuentran la mejor pareja de baile en una bodega discreta pero muy bien pensada. Entre los fijos están el escalope de pollo con pimientos y los huevos con kokotxas al pilpil, que son las elaboraciones estrella, pero tampoco hay que perder de vista su tortilla vaga con trompetas de la muerte, la insuperable ensaladilla o las croquetas de gorgonzola (cuidado que no siempre están disponibles).
C/ Condes de Barcelona, 8
Bākkō

El abogado de formación, e influencer gastronómico por vocación, ha abierto su propio restaurante. Alberto de Luna ha confiado al chef Sergio Monterde, que le sorprendió hace años cuando estaba al frente de Asiakō (luego pasó por Kappo o Zuara), para este proyecto que en realidad combina tres conceptos en uno: por un lado, tenemos una barra omakase para 8 comensales; por otro, varias mesas bajas donde 12 personas pueden comer a la carta; y por último, una mesa alta para hasta 4, que es la opción más informal y está disponible sin reserva.

En cualquiera de esos tres espacios vas a poder deleitarte con una cuidada cocina japonesa que encuentra en la brasa a su mejor aliada, tanto para el menú de la barra como para el resto de opciones disponibles. El otro pilar, como cabía esperar, está en la selección de vinos, donde encontramos alrededor de 300 referencias, y la oferta de coctelería. De lo primero se encarga Rosalía Caamaño, que ha decidido subirse al barco tras su paso por Rekondo (San Sebastián), mientras que la oferta mixológica la firma Alberto Villaroel, dueño de la más que reconocida coctelería Santos y Desamparados.
C/ López de Hoyos, 9
La Mar Madrid

Eran muchos los que echaban de menos al limeño Gastón Acurio en nuestro país, los mismos que han celebrado la apertura este restaurante en el que el mar, el fuego y la tradición peruana se unen para brindarte una experiencia única. De todo ello se encarga diariamente el jefe de cocina, Rodrigo Ferrer, que es el responsable de bordar esos platos ya considerados icónicos elaborados con lo mejor de la pesca local y técnicas tradicionales. Desde ceviches y tiraditos, tan frescos como equilibrados, hasta nigiris que combinan la esencia peruana y japonesa.

A esto habría que añadir un espacio dedicado al wok y la brasa. Ese fuego hace posible inolvidables recetas como ‘Navajas, volandeiras y berberechos con chimichurri limeño’, ‘Chipirones, pulpo y gamba roja con chimichurri anticuchero’ o esa lubina o rodaballo que, una vez dorados, se bañan en una salsa meunière limeña que seguro te cautivará. Del resto se encarga una acertada propuesta de coctelería que otorga al pisco un papel protagonista. Y no nos referimos solo al clásico Pisco Sour, sino a todo tipo de creaciones que van desde el Chilcano al Sakura, pasando por el Hikari Punch o el Chōwa.
Av. General Perón, 36
Alto Bardero

Este templo de la cocina mediterránea con influencias del mundo es uno de los nuevos Soletes de la Guía Repsol, un reconocimiento que viene a poner en valor el trabajo de los chefs León Bonasso, uruguayo, y Pablo Paternostro, argentino. Ambos unieron sus fuerzas para abrir Bardero, hace cuatro años, en el distrito de Arganzuela. Y ahora se han atrevido con Alto Bardero en pleno barrio de La Latina, un restaurante que destaca por su mezcla de sabores de aquí y de allá, en un ambiente desenfadado.

Tanto en su barra de pinchos como en ese comedor anexo el objetivo es que el visitante pueda disfrutar de un plan accesible, divertido y cercano en el que no falta una dosis de ambición y de querer demostrar que Alto Bardero no es una apertura más. Su equipo joven, al igual que sus platos, derrochan personalidad. Buena muestra de esto último son el brioche de huevo trufado con boletus, la tortilla con cebolla confitada, el tiradito de corvina, el taco de anguila en tempura o los adictivos dumplings con consomé al Jerez. Antes de salir por la puerta ya estarás deseando volver.
Plaza de Puerta de Moros, 4
