
1 de 10
Cuando uno ve al 'payaso maligno' merodear por la casa de Gran Hermano, ya da por hecho que es noche va a acabar rociado de algún potiengue viscoso o sucedáneos. Esta vez, nuestro payaso favorito, al que Dani tiene auténtico pavor, ha vuelto al programa con una divertida misión: plantar un tartazo en la cara a todos los concursantes que fallasen el test de GH que se correspondía con la prueba semanal.









