Una broma de Naomi acaba con Albert llorando y pensando en abandonar la casa: "Soy un tóxico"

Desde la visita de los familiares y sus polémicas nominaciones, lo cierto es que los ánimos en la casa están de lo más caldeados. Una pequeña broma puede hacer saltar la chispa y eso es precisamente lo que ha ocurrido durante la noche del sábado en la casa de Guadalix de la sierra.

Laura estaba durmiendo plácidamente en la habitación naranja cuando Naomi decidía llamar por teléfono haciéndose pasar por el Súper con motivo de la prueba semana. Laura, muy cabreada, le pedía a su compañera que se relajase porque "esto es un juego", y es que Laura cree con la prueba todo el mundo se está divirtiendo menos ella.

Albert, que apoya a su amiga Laura siempre que puede, también se ha cabreado por la broma de Naomi: "Ella es muy de hacer bromas pero llega una hora que no hace gracia". Y es que Albert estaba convencido de que la voz que estaba al otro lado del teléfono era la del Súper, tanto que hasta acude al Confesionario para seguir con la prueba. Allí, Jessica le rompe la burbuja diciéndole que es muy inocente y que sus amigas le han gastado una broma.

Naomi vuelve a llamar al teléfono, primero lo coge Laura y después Michael, y los dos se dan cuenta que están gastando una broma a Albert, al cogerlo Albert explota y se lía la marimorena.

Laura acaba llorando por la broma (y por el dolor de cabeza). Albert por su parte está a punto de estallar sin remedio, no entiende la broma y ahora además se siente culpable por haber "calentado a Laura". Albert pierde los nervios y se pone a llorar porque tiene miedo de que sus amigas no le vuelven a hablar: "Soy un tóxico, no me sé relacionar con las personas, me tengo que ir de este programa".

Carmen, intentando poner algo de cordura, va hablar con Albert y le dice que desdramatice, y es que lo que empezaba como una broma acababa con toda la casa revolucionada y con Albert queriendo abandonar la convivencia.

Como siempre, después de la tormenta llega la calma y Albert y Naomi se funden en un abrazo: "Estos niveles de intensidad tuyos no los entiendo, Albert".

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