Un restaurante cobra un extra a sus clientes por hacer "preguntas estúpidas"

El precio de hacer ese tipo de cuestiones es de casi 40 céntimos
Hacer preguntas estúpidas tiene un precio. Exáctamente 38 centávos -unos 34 céntimos de euro-. Al menos en Tom's Diner, un restaurante situado en Denver, Colorado (Estados Unidos). Su dueño, Tom Messina, haciendo gala de su buen sentido del humor, hace año que incluye el precio de hacer 'preguntas estúpidas' en la carta.
La intención de Messina era infundir un poco de diversión en el trabajo para así hacer más amena la jornada laboral, informa 7News.
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En realidad, casi nunca se suele cobrar el extra. Aunque es cierto que, con el humor por bandera, son muchos los clientes que entrar al juego del Tom. 'Preguntas estúpidas' como "¿Hay alguna cuota para el sándwich de pavo?" o "¿El hielo tiene agua?" son algunas de sus favoritas.
Otra original idea que este empresario incluyó en la carta fue la de 'Opciones Saludables'. Entre ellas estaba que los comensales "salten su próxima comida" o un "caminen hasta casa".
Por supuestos, los clientes están encantados y no dudan en compartir las ocurrencias de Tom a través de sus redes sociales, porque lo importante es disfrutar.