La candidatura de Putin no mejora las expectativas electorales de Rusia Unida

El anuncio del primer ministro ruso, Vladimir Putin, de que se presentará como candidato de Rusia Unida en las elecciones presidenciales de 2012 no ha servido para mejorar las expectativas electorales de la formación de cara a los comicios parlamentarios del próximo mes de diciembre, según varios recientes sondeos.

Rusia Unida tiene la esperanza de repetir la mayoría de dos tercios de los diputados en las parlamentarias de diciembre, que supondrán un examen sobre las repercusiones en el electorado del aumento de la inflación y el desempleo y el resentimiento con el "partido en el poder".

Según fuentes del Kremlin citadas por el diario 'Vedomosti', Rusia Unida tiene como objetivo conseguir un 65 por ciento de los votos en la cita con las urnas del próximo 4 de diciembre, después de haber logrado un 64,3 por ciento de los apoyos en los comicios de 2007.

Sin embargo, una encuesta elaborada por el centro independiente Fundación de Opinión Pública --la primera desde el anuncio realizado por Putin el 24 de septiembre pasado-- muestra que sólo el 41 por ciento de los consultados votará a la formación del primer ministro y el presidente.

Un estudio anterior, realizado en septiembre por el centro demoscópico independiente Levada, situaba el apoyo a Rusia unida en el 57 por ciento de los encuestados, frente al 60 por ciento que respaldaba a esta formación en febrero de 2010.

Un mal resultado en las elecciones de diciembre podría pasar factura a la imagen de Putin pero, aun así, seguiría siendo el favorito para los comicios presidenciales, toda vez que es más popular que su propio partido.

La misma encuesta de la Fundación de Opinión Pública, basada en entrevista a 1.500 personas en todo el país, detalla que el 52 por ciento de los consultados "confía" en Putin, frente al 43 por ciento que prefiere al actual presidente, Dimitri Medvedev. Ambos porcentajes suponen un ligero aumento del apoyo a ambos mandatarios con respecto a la encuesta realizada el mes anterior, cuando Putin y Medvedev no habían despejado la incógnita de quién se presentaría a las próximas presidenciales.