El asesino machista y parricida de Adeje, obsesionado con una medicación, vuelve a la vivienda
Malena Guerra
26/04/201919:14 h.Llegaba al jugado en este vehículo policial. Detrás los investigadores con el atestado, las pruebas, muy extenso. Hasta ahora se había negado a declarar con la Guardia Civil. Y lo ha vuelto a hacer ante la juez. De hecho lo único que ha hecho es insistir en su preocupación; su medicación. Los dos días que ha estado bajo tutela policial repetía que necesitaba recoger una medicación que le habían prescrito para la pierna tras una intervención. Pero no tenía documentos que lo acreditaran y el médico que le asistió dijo que no podía prescribírsela. Tenía que ser el juez el que lo decidiera. Y ahora mismo la juez ha permitido el registro para recogerla comprobar que tiene la prescripción médica. La tiene en su casa pero ayer no le dejaron llevársela. Lo único que les dijo a los guardias cuando lo detuvieron es que había dejado a su familia en el monte de excursión, una excursión que resultó ser un macabro plan que pudo comenzar tiempo atrás. Aunque su familia no los sospechaba. Ya le habían visitado antes sin problemas aparentes. Su hijo pequeño explicó que su padre se trasladó a la isla por problemas médicos. Pero esta Semana Santa les engañó cuando planteó visitar esta cueva en la que había regalos para ellos, les dijo. Todavía vemos los restos del terrible crimen, y los guantes de los investigadores. Aquí encontraron los cuerpos, madre e hijo, con fuertes golpes en la cabeza, seguramente con piedras. El hijo pequeño escapó de esta trampa, 4 kilómetros corriendo campo a través, evitando la carretera y temiendo la persecución de su padre; llamó a algunas puertas hasta que le salvaron. Thomas volvió a la casa donde ayer la Guardia Civil buscó las pruebas del plan y de los asesinatos. Se llevaron la ropa y sacaron muestras del coche alquilado. No había tenido mucho tiempo de esconder pruebas. Cuando llegó la guardia civil a detenerlo estaba dormido. Había estado bebiendo. Le despertaron y aun tenía en sus manos las señales del doble crimen. Hoy declaraban en el juzgado la mujer que le recogió y la traductora que le ayudó a superar en parte el shock. El pequeño pasó la noche y el día siguiente con la traductora. Annalíes también es una pieza fundamental porque el niño habló con ella durante 5 horas. Hoy ha tenido que contarlo en el juzgado. Hasta que un nuevo tutor, un sacerdote autorizado por la familia, se haga cargo del pequeño y declare en prueba preconstituida, la traductora es la prueba fundamental contra Thomas Handrick acusado de dos asesinatos y un intento contra su hijo superviviente.