Sancionados los médicos que se enzarzaron en una riña mientras una mujer estaba de parto

"Dejádmelo ver, traedlo con vosotros, decidme que saldrá adelante". Son las súplicas de Laura Salpietro, de 30 años, la mujer que asistió a la pelea de los facultativos mientras se ponía de parto. Todavía no conoce a Antonio, su hijo. Nació por cesárea y rápidamente fue conducido a la UVI de neonatos del hospital al sufrir dos ataques cardíacos. Su situación es más estable, ya no está intubado, según ha informado un familiar a "La Repubblica", respira solo, pero aún no saben si sufrirá daños cerebrales.

"No voy a poder tener más niños, ¿verdad?, pregunta Laura. La respuesta es no, la mujer ha perdido el útero después de sufrir una gran hemorragia.

La justicia tendrá que decidir si la pelea agravó las complicaciones del parto. Según declaró el marido de la víctima, el ginecólogo de guardia la emprendió a puñetazos con el ginecólogo de la mujer después de que éste decidiese por su cuenta hacer una cesárea. Siempre según el marido, la pelea retrasó 40 minutos la intervención. En el fondo de todo, los celos profesionales de ambos facultativos. Los dos tienen consultas privadas en la localidad y una gran rivalidad.

El ministro de Sanidad, Ferruccio Fazio, ha visitado a la víctima para presentarle sus escusas: como padre, como médico y como miembro del Gobierno. Pero el marido de la víctima, que ha presentado denuncia, no confía en esta visita: "Es una tomadura de pelo a la italiana. Desde mañana dejará de haber información sobre el caso que se olvidará completamente".

Los dos médicos han tenido su primera sanción. El médico de guardia ha sido suspendido de empleo, así como el responsable de la unidad de Ginecología del centro. Al médico de la mujer le ha revocado su contrato de investigación con el Policlínico, lo que equivale a un despido. Así estarán hasta que se tome una decisión judicial. LA