Desperdiciar la comida supone malgastar una bañera llena de agua

El agua que contiene una piscina es toda la que gastamos cada uno de nosotros para poder alimentarnos. Es la llamada huella hídrica, la suma del agua de lluvia que necesitan los productos, la del riego o la que usamos para lavar la comida. Gota a gota una manzana supone 125 litros, unas lonchas de jamón más de 900 y una hamburguesa necesita hasta 2.400 litros de agua para llegar a la mesa. “El problema surge cuando esos alimentos no se consumen sino que se desechan porque hemos invertido una gran cantidad de recursos naturales para producir alimentos que nadie va a consumir“, alerta Nuria de Pedraza, de AECOC. Entre la comida que se tira a la basura, la que caduca o la que se estropea, en España se filtran, se pierden 130 litros de agua: como si cada persona malgastara al día una bañera llena. Sobre todo en casa hay que tomar conciencia porque el grifo del planeta se agota.