La policía identifica al narco asesinado tras un secuestro de película en Estepona
22.30, noche en Estepona. La Avenida de España a reventar. Un hombre cena tranquilamente en una terraza cuando varios encapuchados a punta de pistola intentan secuestrarle. Le persiguen y se produce un tiroteo de película. La gente, conmocionada, se esconde bajo las mesas, en los bares. El hombre corre… Cuando le dan alcance se agarra a una barandilla, intenta zafarse pero le pegan un golpe con la culata del arma y lo introducen en un vehículo de alta gama, de los que suelen usar los narcos para recoger los alijos. Dos horas después encuentran en Algeciras el vehículo, con placas dobladas, quemado, y muy cerca, el cadáver con dos tiros en la cabeza. Según ha podido saber Informativos Telecinco se trata de Brian Martos Carmona, de 29 años, viejo conocido de la policía por su afición a dar palos, robar en guarderías de droga, como una asaltada en Botafuegos, Algeciras, por la policía después de un durísimo tiroteo. Este último tiroteo en las terrazas de Estepona sería el sexto en pocos meses. El traficante no estaba solo. Su acompañante debe estar ya en Marruecos, aseguran los investigadores. Habían intentado dar un palo de hachís. Martos Carmona, natural de Valencia, tenía en su haber detenciones en lancha, en moto, en coche... Manejaba todo tipo de vehículos sin permiso de conducir. En 2016 fue detenido con otro alijo de hachís de 100 kilos.
Estamos ante otro ajuste de cuentas por narcotráfico, el azote de la Costa del Sol, que hace que los vecinos estén en peligro continúo. Uno de los más sonados: cuando un sicario mató a tiros al 'Maradona' de la droga al salir de la comunión de su hijo en San Pedro de Alcántara. Las vendettas están protagonizadas por narcos españoles y se ajustan cuentas entre ellos por el territorio o por los “vuelcos”. Algunos incluso inmortalizan sus hazañas en videos que usan para atemorizar a sus rivales. A este traficante le secuestraron y le dieron una paliza y le dejaron atado a una farola por robar la droga a otra band, y a otro le cortaron los dedos. Hace unos años, en 2016, toda la provincia de Málaga sufrió una oleada de crímenes que también conmocionaron a los malagueños. Entonces eran clanes irlandeses, que se disputaban el negocio. El clan de los Kinaham y la banda de Gerry Huch, alias el monje, se mataron a tiros, no solo en Dublín, también en la Costa del Sol.