El juzgado reabre el caso de Sonia Iglesias para buscar enterrada una prueba contra su expareja
Ocho años después, el caso ha sido reabierto judicialmente. Los indicios aportados por la policía, que no ha parado de investigar, han convencido a la juez. Podrían encontrar en los terrenos de la vivienda que ambos compartieron en Pontevedra una prenda u objeto que Sonia Iglesias llevaba el día de su desaparición. Buscan con un georradar que podría detectar tierra removida.
Julio Araujo presente y no detenido, estuvo imputado hasta que el caso se archivó judicialmente en 2015 por falta de pruebas. Esa mañana desayunaron juntos en una cafetería, después Sonia entró en el zapatero y regresó al coche de su compañero sentimental que la llevaba al trabajo. Nunca llegó. Él dijo que ella se había bajado porque había mucho tráfico, pero ni había trafico ni las cámaras captaron a Sonia andando.
Su cartera fue encontrada en un descampado a las afueras, el móvil de Julio Araujo le situaba muy cerca de ese lugar. No encontraron más pruebas pero la familia de Sonia luchó sin descanso intentado demostrar que se trataba de un caso de violencia de género. Según la familia, Sonia le había comunicado a Julio que le iba a dejar tras la comunión del hijo de ambos. Él lo negó. Hoy ese niño es un adolescente que sigue viviendo con su padre y visita a su familia materna los fines de semana.