Ana se derrumba al ver las imágenes de Cristian y se va de la hoguera: “Me ha tachado de loca, dice que soy celosa sin motivos”

Ana se enfrentaba a su primera hoguera en ‘La isla de las tentaciones’ con muchos nervios. Sabía que su novio es muy “echado para adelante” y le daba miedo que se olvidase de ella y que iniciase acercamientos con las solteras.

Una de las razones por las que Ana y Cristian fueron al programa era para que ella dejase a un lado los celos, por lo que su novia la decía que estaba “loca”: “Dice que soy celosa sin motivos”.

Cristian se sintió muy cómodo en Villa Paraíso desde el minuto uno. En la primera fiesta inició un acercamiento con María de los Ángeles que continuó en los días siguientes. Tonteo, bailes, insinuaciones, roces… Las imágenes dejaron muy tocada a Ana, que no daba crédito a lo que estaba viendo: “Estoy flipando, no llevamos nada de tiempo y ya estás así”.

Ana cree que lo de Cristian y la soltera es “un calentón” y que él solo quiere “echarle un kiki”. “A ver si va a hacerte también el bocadillo la chica cuando te vayas a trabajar, no tiene mucha pinta”, añadió.

Ana pasó del enfado a las lágrimas. Cuando terminaron sus imágenes, lo único que le apetecía era escapar de allí. Sandra Barneda le permitió que se alejase unos minutos, momento en que se derrumbó completamente.

Las chicas fueron a apoyarla y Ana se desahogó: “Yo no aguanto esto tía, no lo aguanto”. Aseguró que había apostado mucho por su relación y que quería mucho a su novio, por eso estaba tan dolida. Sus compañeras intentaron tranquilizarla y le dijeron que, aunque doliese, así podía saber realmente quién es la persona que tiene al lado.

Entre todo el drama de la hoguera hubo un momento en el que las chicas e incluso Sandra Barneda no pudieron contener la risa. Fue cuando Ana desveló el tatuaje que tiene su novio: “Lo lleva en la parte de arriba de su miembro y pone ‘todo pasa por algo”.

Esta revelación hizo que las chicas empezaran a reírse. Primero intentaron disimularlo, pero luego no pudieron contenerse e incluso a Sandra Barneda se le escapó la risa. El momento más cómico fue cuando la presentadora quiso saber qué había pensado Ana cuando vio el tatuaje por primera vez. “No lo vi, con la luz apagada no lo vi”, respondió.