"Las hijas del agua rescata del olvido a aquellas que lucharon para que fueran libres" Sandra Barneda

Las hijas del agua, último trabajo literario de Sandra Barneda que ahora publica Suma de Letras, es la tercera parte de una tetralogía protagonizada por mujeres –y que tiene como nexo de unión los cuatro elementos de la naturaleza (Aire, Tierra, Agua y Fuego)– que la periodista y escritora inició con Reír al viento, su primera incursión en el mundo editorial y gran éxito de ventas y crítica, y que continuó con La

tierra de las mujeres.

En esta nueva entrega, que transcurre íntegramente en Venecia, ciudad que se convierte también en protagonista de la trama como ya lo fuera la isla de Bali o La Muga (Gerona) en las anteriores, Sandra Barneda logra convencer y conmover al lector a través de una cuidada prosa, un relato emocionante, un gran trabajo de documentación, bellas descripciones de Venecia –la ciudad del agua por excelencia– y un puñado de mujeres inolvidables, unidas por una lucha común: protegerse unas a otras, salir del ostracismo en el que vivían y reunir el valor necesario para ser dueñas de sus propias vidas.

Novela de aventuras, cuya trama tiene un marcado acento en el suspense, es también un alegato a lo femenino y un viaje al interior del alma de las mujeres que sorprende por su honestidad, coherencia y belleza. Y, como ya acostumbra a hacer en sus trabajos literarios, esta combinación le sirve para poner sobre la hoja en blanco los temas que le preocupan: los derechos de las mujeres, el abuso de género, la desigualdad a la que están sometidas en el mundo laboral, su falta de libertades, etc.

En Las hijas del agua, las mujeres imaginadas por Sandra Barneda conviven con otras que existieron en realidad y que les son coetáneas (la trama se sitúa en 1793) como la española María Josefa Pimentel y Téllez Girón, duquesa de Benavente; Mary Wollstonecraft, autora de la Vindicación de los derechos de la mujer; la reina consorte de Francia María Antonieta de Austria; Olympe de Gouges, autora de la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana; Elisabetta Caminer, famosa escritora y editora italiana; o la escritora Mary Astell, conocida como “la primera feminista inglesa”.

Una novela llena de referencias históricas, bien documentada, ambientada a finales del siglo XVIII en una Europa convulsa y con la Revolución francesa como telón de fondo. Al principio de cada capítulo encontramos una frase célebre de alguna de las mujeres que han contribuido a cambiar la historia de la humanidad y que son referentes de Sandra Barneda. Entre otras, María de Zayas, Jane Austen, Christine de Pizán, Juana de Arco, Madame Lambert o sor Arcángela Tarabotti.

Las hijas del agua es, en definitiva, toda una declaración de intenciones por parte de su autora, una novela honesta y emotiva donde las mujeres valientes y luchadoras son las protagonistas de un incierto y peligroso viaje hacia el reconocimiento y la libertad.

«Las revoluciones no se hacen en un día. Todos los grandes imperios han caído. El de los hombres también caerá»