El lanzamiento de un nuevo modelo siempre representa una buena noticia, sobre todo, si se fabrica en España. Y este es el caso del Renault Captur que, al margen de ser un éxito de ventas, se ha convertido en un fenómeno en todo el mundo.
Esta semana, la marca francesa empieza a comercializar una variante con motor diésel DCI y cambio automático con doble embrague denominado EDC. Y con motivo de su puesta en escena pudimos conocer todos los secretos de su fabricación.
Y es que, la factoría de Valladolid ha aumentado su dimensión en todos los sentidos y marca la senda a seguir por el resto de fábricas de la marca en todo el mundo, tanto a nivel organizativo como a nivel técnico. La aceptación del Captur ha sido tan buena que enseguida los responsables de la firma se vieron obligados a crear un segundo turno para conseguir enviar coches a 67 países en sólo seis meses.
En lugares como Corea, donde se vende bajo la marca Samsung, los responsables primero quisieron testar el mercado con la comercialización de sólo 1.500 unidades: el resultado fue que en sólo 7 minutos se realizaron 1.000 pedidos.
El concepto del Captur es obra del departamento de diseño de Renault en París y en concreto salió de la pizarra de un español: Julio Lozano. Ahora, este crossover urbano se construye íntegramente en Valladolid, y no sólo eso, porque de aquí también salen los motores.