Carlos, vecino del hombre que ha matado a su hija de 13 años en Bilbao: "Parecía normal"

El nuevo caso de violencia vicaria ha conmocionado a Bilbao durante la madrugada de este jueves. Un hombre ha asesinado con un corte en el cuello a su hija de 13 años tras una discusión con su pareja. Posteriormente, el agresor se quitó la vida. La Ertzaintza ha calificado el crimen como violencia vicaria, una de las formas más extremas de violencia machista.

'Vamos a Ver’ ha hablado con Carlos, uno de los vecinos del edificio donde la familia vivía: "Nunca había habido ningún otro altercado, eran amigables. Tenía una relación normal y corriente". Además, expresa su conmoción y la de todo el barrio ya que nunca habrían podido imaginarse que esto llegara a suceder: "Hay consternación en el barrio, nunca había pasado algo así".

Según fuentes policiales, todo comenzó con una discusión en el domicilio familiar. El hombre amenazó a su pareja, exigiendo que se marcharan de la casa. La mujer, ante el temor de que pudieran herir a su hija, logró huir y pidió ayuda. Llamó a la Policía vasca de forma desesperada, advirtiendo que la menor había quedado sola con el agresor. Pese a los intentos de contactar, no se obtuvo respuesta inmediata.

Cuando los agentes llegaron al lugar y derribaron la puerta, se encontraron con una escena devastadora: la menor había sido degollada. El hombre, de quien se ha confirmado que no tenía antecedentes por violencia de género ni estaba en proceso de separación, se había suicidado después. La menor no era su hija biológica, pero mantenía con ella una relación cercana, según vecinos del entorno.

Fuentes policiales señalan que el agresor actuó con total frialdad. Cubrió el cuerpo de la menor con una sábana, un comportamiento común en crímenes donde existe vínculo emocional con la víctima. El terrible suceso ha sido considerado un caso "indetectable", ya que no constaban denuncias previas.

Rocío Ramos Paúl, psicóloga: "Entras en un estado de ira que bloquea el comportamiento"

Estos actos pueden ocurrir tras horas de tensión: la discusión que comenzó de madrugada se prolongó hasta pasadas las 5. Rocío Ramos-Paúl, psicóloga, explica que:" Cuando te enfadas, vas a más y más, y vas subiendo el tono; y cuando subes el tono entras en una cosa que se llama ira y que bloquea el comportamiento, los cuales llevan a cabo pero en tu vida normal no lo llevas". Además, afirma que cuando baja esa activación, la persona se arrepiente y pasa a no poder soportar lo que acaba de hacer. Por ello, el agresor se suicida después de lo sucedido. 

La madre de la menor se encuentra hospitalizada, atendida tanto por sus heridas como por el impacto psicológico del suceso.