Este año, el turístico Pueblo Español ofrece cada día la representación de uno de estos pueblos. Soldados romanos en la puerta para controlar el paso, pastores con el carro a cuestas lleno hasta los topes y mujeres partiendo almendras con las técnicas de antaño. Es una muestra de belenes vivientes, donde participan distintos municipios catalanes. Más de treinta escenas que los visitantes se van encontrando a lo largo de su recorrido. Los vecinos se convierten en actores improvisados del nacimiento del niño Jesús. Romanos y pastorcillos y el que nunca falta en ningún pesebre catalán, el caganet. No todo el mundo tiene las características que se necesitan para representarlo. Hasta los pastorcillos sacan de sus bolsillos modernos artilugios para no perderse ninguna de estas navideñas estampas.