El seleccionador, Vicente Del Bosque, preparó un entrenamiento cuyo protagonista fue el balón y que terminó con un partidillo para que el técnico fuese perfilando el once que se medirá a Arabia Saudí y con vistas a la primera alineación en el Mundial de Sudáfrica. Uno de los equipos estuvo formado por Iker Casillas, Albiol, Marchena, Capdevila, Busquets, Xabi Alonso, Iniesta, Xavi, Silva, Torres y Villa; mientras que el otro conjunto contó con Reina, Arbeloa, Pique, Puyol, Sergio Ramos, Javi Martínez, Navas, Pedro, Mata y Llorente.
Durante el partidillo, el central del FC Barcelona Gerard Piqué se llevó un golpe del que fue atendido, pero se recuperó, mientras que Fernando Torres hizo ejercicios aparte del grupo junto al preparador Javier Miñano para seguir culminando su puesta a punto de cara a Sudáfrica.
El estadio Tivoli Neu, que recibió a la selección con una pancarta que decía "Bienvenidos a casa", presenció la victoria de España en los dos partidos que jugó allí, ante Rusia (4-1) y Suecia (2-1), durante la Eurocopa de 2008, en la que se acabó proclamando campeona. Así pues, los aficionados austriacos recibieron a la selección como si de su propio equipo se tratase y los jugadores se sintieron como en casa.
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