El afectado reclama 762 dólares como daños morales y punitivos, así como para cubrir el precio de la herramienta en cuestión, según The Consumerist.
En concreto, el instrumento costaba 262 dólares era una edición de lujo de un aparato que prometía alargar cuatro veces el tamaño del falo, según el Chronicle Herald.
El juez juzgará el caso en mes y medio.