Madrid impone el toque de queda a las diez de la noche y cierra la hostelería a las nueve a partir del lunes. Al final, la realidad de los datos de contagios y fallecimientos se impone. La expansión del coronavirus en todo el país, y en Madrid particularmente, acaban con esa especie de isla sin apenas medidas que era, hasta ahora mismo, la comunidad gobernada por Isabel Díaz Ayuso, también por la dimensión que está cobrando la cepa británica.
De nuevo los privilegios, eso tan tradicional de las prebendas de algunos para recibir la vacuna antes que otros. No solo algunos políticos de distinto signo político, ahora ya hasta la cúpula militar. La ministra Margarita Robles ha pedido explicaciones al jefe del estado mayor de la defensa que también se ha vacunado.
La cifra de españoles que se contagian o mueren por coronavirus sigue disparada. En las últimas veinticuatro horas se han registrado casi 43.000 nuevos contagios y la incidencia acumulada supera los ochocientos por cada 100.000 habitantes. Las muertes superan las cuatrocientas.
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