Barcelona promete nuevas atracciones para atajar las masificaciones turísticas prepandemia

Barcelona ha vuelto a la plena ocupación esta Semana Santa por primera vez desde que empezó la pandemia. La ocupación hotelera ha rondado el 90% y el sector vuelve a las buenas previsiones tras dos años de penurias. Pero esta alegría no es compartida. Algunos vecinos de Ciutat Vella han expresado su preocupación por la vuelta del turismo masivo que generó tantas protestas.

El concejal de Ciutat Vella (BComú) Jordi Rabassa, era contundente en un tuit que denunciaba "aglomeraciones de visitantes insoportables" durante el pasado fin de semana. "El empresariado del turismo está satisfecho, pero esta situación no aporta nada de positivo ni para las vecinas ni para la actividad económica de proximidad”, tuiteaba.

La entidad ciudadana Fem Gòtic se hizo eco de las quejas de los vecinos por la saturación de la plaza de la Catedral o Sant Felip Neri. La Semana Santa reabría el debate sobre el turismo en la capital catalana. ¿Han perdido los vecinos las calles que recuperaron durante la crisis sanitaria?

"Hace un año el drama es que no había turistas"

El Ayuntamiento de Barcelona lo niega y asegura que está tomando cartas en el asunto con una fuerte "restricción de nuevos hoteles y apartamentos ilegales", responde el primer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni (PSC), que promete refuerzos de los servicios municipales en limpieza, agentes de seguridad y agentes cívicos que velen por la convivencia. Collboni también recuerda que "hace un año el drama era que no había turistas y se nos derrumbaba todo el comercio, la restauración y los hoteles".

El consistorio barcelonés no está ahora por la labor de poner trabas al visitante, más bien todo lo contrario: "Barcelona sale de una profunda crisis económica y la economía del visitante es una pieza importante para la recuperación de la ciudad", responde el concejal de turismo Xavier Marcé.

Marcé incide también en la política "muy restrictiva" sobre nuevos alojamientos y asegura que "la plena ocupación hotelera debería ser un objetivo plenamente satisfactorio" para el entramado económico y la convivencia con los vecinos.

Fondos europeos para descentralizar el turismo

El concejal de turismo explica a NIUS que Barcelona trabaja en transformar la movilidad turística y desmasificar así el centro de la ciudad. Algunas de estas medidas, que serán financiadas por los fondos europeos, incluyen un mayor control de los espacios patrimoniales, reducción progresiva del vehículo privado en el centro de la ciudad y la apertura de nuevos centros de interés turístico.

Marcé reconoce que es necesaria la colaboración de los distritos, "a veces muy reacios a entender la dimensión temporal de los cambios y los cambios en la movilidad".

La Generalitat, "extremadamente contenta" con la Semana Santa

La ocupación turística en el conjunto de Cataluña es similar a la de su capital. El pasado fin de semana se alcanzó entre el 85 y 90% de ocupación en el conjunto de destinos de playa y de montaña. La Agència Catalana de Turisme asegura que son cifras prepandémicas, teniendo en cuenta que esta vez no han llegado ni asiáticos ni visitantes de Europa del Este.

"Estamos extremadamente contentos. La gente tiene ganas de moverse", explica a NIUS la directora de Turisme de Catalunya, Marta Domènech, quien destaca que "es el momento de darle al turismo el valor que merece, porque genera el 12% de nuestro PIB y el 14% de los trabajos. Una comunidad como la nuestra sin turismo no tendría el aeropuerto que tiene ni esta infraestructura cultural", destaca.

Cataluña recibe ahora más turismo nacional que hace dos años y ha recuperado al visitante irlandés y británico. Esta Semana Santa también han regresado el turismo estadounidense y mexicano, "un turista muy bueno con una estancia mínima de cinco días y gasto muy alto", explica Domènech.

Hacia la diversificación de las atracciones turísticas

Desde la Agència Catalana de Turisme niegan la masificación que apuntan algunos vecinos del centro de Barcelona, "la ciudad está preparada para gestionar los visitantes que puedan venir", aunque apunta que para evitar las temidas aglomeraciones, el Govern trabaja en atraer al turismo todos los días del año, la diversificación de destinos y en un turismo regenerativo que se interese por el local.

Domènech aboga también por dejas atrás lo que ella llama creencias limitantes: "El turismo es una de las piedras angulares de nuestra economía y debemos mirarlo con otros ojos. ¿Queremos obtener de él el efecto Pigmalión o la profecía autocumplida?", se pregunta.